El Faro de San Juan de Salvamento, ubicado en la Isla de los Estados, Argentina, es conocido como el primer faro construido en aguas argentinas y ha sido apodado “El Faro del Fin del Mundo”. Inaugurado en 1884, su ubicación remota y su relevancia histórica lo convirtieron en una fuente de inspiración para la novela 'El Faro del Fin del Mundo' de Julio Verne, aunque el autor nunca lo visitó personalmente. Su detallada descripción en la obra se basó en mapas y relatos de exploradores.
El faro dejó de funcionar en 1902, pero en la década de 1990 fue reconstruido simbólicamente gracias al ingeniero francés André Bronner, quien buscó rendir homenaje tanto al legado histórico del faro como a la novela de Verne. Hoy en día, es un símbolo emblemático de la región austral argentina y un atractivo para amantes de la historia y la literatura. Su historia refleja el impacto duradero de la obra de Verne y el valor cultural de este icónico lugar.
[Fuente: FB La Naturaleza]
La primera grabación en vinilo fue el aria 'Vesti la Giubba', interpretada por Enrico Caruso (1902)
Para muchos científicos e inventores la idea de crear un instrumento a través del cual pudieran grabar sonidos, y que estos pudieran reproducirse, fue un deseo constante.
En 1857, León Scott patentó su invento, el fonoautógrafo, el cual era capaz de registrar sonidos sobre una superficie de hollín y amplificar la señal a través de una gran corneta o campana, pero estos sonidos podían ser reproducirlos después.
20 años después, en abril de 1877, Charles Cros, presentó el paleófano y Thomas Alva Edison el fonógrafo, ambos sistemas permitían la captura y reproducción de sonidos. En 1881, los científicos Chichester Alexander Bell, Alexander Graham Bell y Charles Tainter, iniciaron trabajos de mejoramiento del fonógrafo de Edison. Logrando conseguir un instrumento al que llamaron grafófono.
La evolución de los discos de vinilo permitió el desarrollo de la industria discográfica. Uno de los primeros pasos fue la empresa que fundaron Emile Berliner y Eldridge Johnson, quien mejoró el gramófono agregándole un motor de resorte que impulsara el plato. Juntos crearon en 1901, Victor Talking Machine Company. Una vez superados los cilindros de Edison, por la producción de discos de vinilo, la industria musical alcanza su mayor cima en 1910, dando inicio a la consolidación de la industria del sonido.
La primera grabación en un disco de vinilo la hizo en 1902 el tenor italiano Enrico Caruso. Su aria 'Vesti la Giubba', de la ópera Pagliacci, fue un éxito en ventas, convirtiéndose en unos de los artistas más importantes de su época.
En 1919 las patentes básicas de los discos de corte lateral llegaron a su fin, dando paso a nuevos competidores que producían los discos analógicos. El vinilo representó un gran avance, pues se trataba de un sistema estereofónico, mientras que los sistemas de grabación y reproducción hasta ese momento eran monoaurales.
En 1930, surge RCA Víctor, quienes lanzaron el vinilo de larga duración (LP). El laboratorio Bell, avanzó en el mejoramiento y calidad del disco de vinilo, logrando la grabación del primer disco estéreo en vinilo.
Pero un gran invento se dio en 1938: la aguja de bobina móvil, la cual permitía la grabación en estéreo en un solo canal, siendo un gran avance en la industria musical. Durante años se buscó crear un disco que reuniera las características óptimas para el mercado con diferentes combinaciones de materiales, el único material que logró reunir las características necesarias fue el vinilo, ya que era ligero, resistente y garantizaba una alta calidad de sonido.
En 1948, Peter Goldark y un grupo de científicos de Columbia presentaron el primer LP, llamado 'Viny/ite' de 12" LP, de 331/3 rpm. Posteriormente la RCA Víctor, lanzó su primer sencillo de 45 rpm y 7" de diámetro, con una variante en su mecanismo, el cual consistió en que cambiaba los discos directamente para continuar la reproducción.
El desarrollo de la industria musical y de los sellos discográficos se centró en la velocidad de sus formatos; conflicto que resolvió la Recording Industry Association of America (R/AA), quien estableció un estándar de grabación llamado RIAA equalization. En los años 50 se extendió la difusión del sencillo de vinilo de 7" y 45 rpm, mientras que los de 45 rpm fueron llamados Extended Play (EP).
Los años 60 y 70 vieron superar la tecnología y la calidad del sonido dando inicio a una nueva etapa: la de las portadas de los discos. artistas plásticos como Andy Warhol fueron contratados para crear portadas atractivas y originales para álbumes como 'Sticky Fingers' de Rolling Stones, o para Velvet Undergroung & Nico.
Artistas de todos los géneros como pop, blues, rock, entre otros, emplearon portadas atractivas para sus discos, tal fue el caso del disco de 'Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band' del año 1967, creada por Jann Haworth y Peter Blake, lo que los hizo merecedores de un premio Grammy a la Mejor portada de Álbum en 1968.
En estas dos décadas los discos de vinilo vivieron su punto más alto en ventas.
Pero la constante evolución de la tecnología llevó a la decadencia del disco de vinilo. La invención del walkman y los discos compactos (CD), marcaron un declive en su uso. Sin embargo, el disco de vinilo vuelve a surgir gracias a los DJ's, quienes encontraron en ellos y los tornamesas, los medios para crear nuevas corrientes musicales.
El nuevo siglo trajo un nuevo auge de ventas del disco de vinilo en todo el mundo, incrementándose alrededor del 200% por año; cifra sorprendente considerando el valor actual que pueden llegar a alcanzar los discos de colección o últimos en su clase.
[Fuente: eafit.edu.co]
En 1857, León Scott patentó su invento, el fonoautógrafo, el cual era capaz de registrar sonidos sobre una superficie de hollín y amplificar la señal a través de una gran corneta o campana, pero estos sonidos podían ser reproducirlos después.
20 años después, en abril de 1877, Charles Cros, presentó el paleófano y Thomas Alva Edison el fonógrafo, ambos sistemas permitían la captura y reproducción de sonidos. En 1881, los científicos Chichester Alexander Bell, Alexander Graham Bell y Charles Tainter, iniciaron trabajos de mejoramiento del fonógrafo de Edison. Logrando conseguir un instrumento al que llamaron grafófono.
La evolución de los discos de vinilo permitió el desarrollo de la industria discográfica. Uno de los primeros pasos fue la empresa que fundaron Emile Berliner y Eldridge Johnson, quien mejoró el gramófono agregándole un motor de resorte que impulsara el plato. Juntos crearon en 1901, Victor Talking Machine Company. Una vez superados los cilindros de Edison, por la producción de discos de vinilo, la industria musical alcanza su mayor cima en 1910, dando inicio a la consolidación de la industria del sonido.
La primera grabación en un disco de vinilo la hizo en 1902 el tenor italiano Enrico Caruso. Su aria 'Vesti la Giubba', de la ópera Pagliacci, fue un éxito en ventas, convirtiéndose en unos de los artistas más importantes de su época.
En 1919 las patentes básicas de los discos de corte lateral llegaron a su fin, dando paso a nuevos competidores que producían los discos analógicos. El vinilo representó un gran avance, pues se trataba de un sistema estereofónico, mientras que los sistemas de grabación y reproducción hasta ese momento eran monoaurales.
En 1930, surge RCA Víctor, quienes lanzaron el vinilo de larga duración (LP). El laboratorio Bell, avanzó en el mejoramiento y calidad del disco de vinilo, logrando la grabación del primer disco estéreo en vinilo.
Pero un gran invento se dio en 1938: la aguja de bobina móvil, la cual permitía la grabación en estéreo en un solo canal, siendo un gran avance en la industria musical. Durante años se buscó crear un disco que reuniera las características óptimas para el mercado con diferentes combinaciones de materiales, el único material que logró reunir las características necesarias fue el vinilo, ya que era ligero, resistente y garantizaba una alta calidad de sonido.
En 1948, Peter Goldark y un grupo de científicos de Columbia presentaron el primer LP, llamado 'Viny/ite' de 12" LP, de 331/3 rpm. Posteriormente la RCA Víctor, lanzó su primer sencillo de 45 rpm y 7" de diámetro, con una variante en su mecanismo, el cual consistió en que cambiaba los discos directamente para continuar la reproducción.
El desarrollo de la industria musical y de los sellos discográficos se centró en la velocidad de sus formatos; conflicto que resolvió la Recording Industry Association of America (R/AA), quien estableció un estándar de grabación llamado RIAA equalization. En los años 50 se extendió la difusión del sencillo de vinilo de 7" y 45 rpm, mientras que los de 45 rpm fueron llamados Extended Play (EP).
Los años 60 y 70 vieron superar la tecnología y la calidad del sonido dando inicio a una nueva etapa: la de las portadas de los discos. artistas plásticos como Andy Warhol fueron contratados para crear portadas atractivas y originales para álbumes como 'Sticky Fingers' de Rolling Stones, o para Velvet Undergroung & Nico.
Artistas de todos los géneros como pop, blues, rock, entre otros, emplearon portadas atractivas para sus discos, tal fue el caso del disco de 'Sgt Pepper's Lonely Hearts Club Band' del año 1967, creada por Jann Haworth y Peter Blake, lo que los hizo merecedores de un premio Grammy a la Mejor portada de Álbum en 1968.
En estas dos décadas los discos de vinilo vivieron su punto más alto en ventas.
Pero la constante evolución de la tecnología llevó a la decadencia del disco de vinilo. La invención del walkman y los discos compactos (CD), marcaron un declive en su uso. Sin embargo, el disco de vinilo vuelve a surgir gracias a los DJ's, quienes encontraron en ellos y los tornamesas, los medios para crear nuevas corrientes musicales.
El nuevo siglo trajo un nuevo auge de ventas del disco de vinilo en todo el mundo, incrementándose alrededor del 200% por año; cifra sorprendente considerando el valor actual que pueden llegar a alcanzar los discos de colección o últimos en su clase.
[Fuente: eafit.edu.co]
Hatshepsut, primera faraona egipcia con pleno poder (1513 a.C.)
Hatshepsut (reinado 1513-1490 a.C.) fue la primera mujer del antiguo Egipto en gobernar como un hombre con la autoridad total del faraón. Su nombre quiere decir "La más importante de las mujeres nobles" o "la primera entre las mujeres nobles". Comenzó su reinado como regente de su hijastro Tutmosis III, que la sucedería, y en un principio gobernó como mujer, tal y como se representa en las estatuas. Sin embargo, alrededor del séptimo año de su reinado decidió que se la representara como a un faraón masculino en las estatuas y relieves, a pesar de seguir refiriéndose a sí misma como mujer en sus incripciones. Fue el quinto faraón de la dinastía XVIII durante el período conocido como el Imperio Nuevo (1570-1069 a.C.), y está considerada como uno de los mejores.
Aunque a veces se la nombra como la primera mujer gobernante de Egipto, o la única, hubo mujeres que reinaron antes que ella, tales como Merneith (c. 3000 a.C.) en el Periodo arcaico (probablemente como regente) o Sobekneferu (c. 1807-1802 a.C.) en el Imperio Medio, y Twosret (1191-1190 a.C.) después de ella hacia el final de la Dinastía XIX. Hatshepsut, a pesar de no ser ni la primera ni la última, es sin duda la gobernante femenina más conocida del antiguo Egipto tras Cleopatra VII (c. 69-30 a.C.) y una de los monarcas más capaces de la historia egipcia.
El historiador Marc van de Mieroop expresa la opinión convencional sobre Hatshepsut cuando señala que "se ha convertido en una de la mujeres más célebres y controvertidas de Egipto y de la antigüedad en general". Se la celebra como una poderosa gobernante cuyo reinado fue increíblemente próspero, y ese es precisamente el motivo de la controversia: según la tradición egipcia, ninguna mujer debería haber podido asumir el pleno poder del faraón.
Más aún, se borró su nombre de sus monumentos tras su muerte, lo que sugiere firmemente que alguien, probablemente Tutmosis III, quiso eliminar toda evidencia de ella en la historia. Los escribas posteriores nunca la mencionan y a menudo sus muchos templos y monumentos se decía que eran obras de faraones posteriores. Su existencia solo llegó a salir a la luz bastante recientemente en la historia, cuando el orientalista Jean-Francois Champollion (1790-1832), conocido por descifrar la Piedra de Rosetta, vio que no podía reconciliar los jeroglíficos que hablaban de una gobernante con las estatuas que obviamente representaban a un hombre. Estos jeroglíficos se encontraron en las cámaras internas del templo de Hatshepsut en Deir el-Bahri; todo reconocimiento público de la gobernante se había eliminado.
Dado que los egipcios creían que borrar el nombre de alguien de la historia entorpecía la vida tras la muerte, se cree que quien fuera que la eliminó del conocimiento público no le deseaba una mala vida tras la muerte y po eso conservó su nombre en las áreas más recluidas. También se ha sugerido que su nombre simplemente se pasó por alto en los lugares que estaban más alejados del ojo público. Después de todo, los proyectos de construcción de Hatshepsut fueron numerosos, y es totalmente posible que quieres tenían que eliminar su nombre simplemente se saltaran algunos. Sin embargo, al final los esfuerzos por eliminar a Hatshepsut de la historia fracasaron, ya que hoy en día se la conoce como uno de los mejores faraones de Egipto.
Hatshepsut era hija de Tutmosis I (1520-1492 a.C.) y de su Gran Esposa Ahmose. Tutmosis I también fue padre de Tutmosis II con su mujer secundaria Mutnofret. Siguiendo la tradición real egipcia, Tutmosis II se casó con Hatshepsut en algún momento antes de que ella cumpliera 20 años. Al mismo tiempo, Hatshepsut fue elevada a la posición de Esposa del Dios, el honor más alto que podía alcanzar una mujer en Egipto tras la posición de reina y que, de hecho, le otorgaba mucho más poder que el tuvieran la mayoría de reinas.
La posición de Esposa del Dios en Tebas comenzó como un título honorario para la mujer de clase alta que ayudaba al sumo sacerdote con sus deberes en el Gran Templo de Amón en Karnak. Este título se menciona por primera vez en el Imperio Medio (2040-1782 a.C.) como uno honorífico otorgado a la esposa o hija de un rey. Sin embargo, para la época del Imperio Nuevo la mujer que ostentara el título de Esposa del Dios era lo suficientemente poderosa como para crear políticas (aunque no tenía tanto poder como tendría más adelante en el Tercer periodo intermedio). Amón era el dios más popular en Tebas y, con el tiempo, llegó a ser visto como el dios creador y el rey de los dioses. En su papel como esposa de este dios, Hatshepsut habría estado considerada como su consorte y habría presidido sus festivales. Básicamente, esto la habría elevado a la condición de divinidad, ya que habría sido su responsabilidad cantar y bailar para el dios al comienzo de las festividades para despertarlo al acto creativo; al interactuar directamente con el dios, habría asumido un estatus elevado. No están claros los detalles de las tareas específicas de la Esposa del Dios, pero no cabe duda de que era una posición importante, cuyo poder no haría sino aumentar en la historia posterior de Egipto.
Hatshepsut y Tutmosis II tuvieron una hija, Neferu-Ra, mientras que Tutmosis tuvo un hijo con su esposa menor, Isis. Este hijo era Tutmosis III, que fue nombrado el sucesor de su padre. Tutmosis II murió mientras Tutmosis III era todavía un niño, así que Hatshepsut se convirtió en regente, controlando así los asuntos de estado hasta que el niño fuera mayor de edad. En el séptimo año de su regencia, cambió las reglas y se hizo coronar faraón de Egipto. Adoptó todos los títulos y nombres reales e hizo que se inscribieran con el femenino gramatical, pero hizo que se la representara como un faraón masculino.
[Fuente: worldhistory.org]
Aunque a veces se la nombra como la primera mujer gobernante de Egipto, o la única, hubo mujeres que reinaron antes que ella, tales como Merneith (c. 3000 a.C.) en el Periodo arcaico (probablemente como regente) o Sobekneferu (c. 1807-1802 a.C.) en el Imperio Medio, y Twosret (1191-1190 a.C.) después de ella hacia el final de la Dinastía XIX. Hatshepsut, a pesar de no ser ni la primera ni la última, es sin duda la gobernante femenina más conocida del antiguo Egipto tras Cleopatra VII (c. 69-30 a.C.) y una de los monarcas más capaces de la historia egipcia.
El historiador Marc van de Mieroop expresa la opinión convencional sobre Hatshepsut cuando señala que "se ha convertido en una de la mujeres más célebres y controvertidas de Egipto y de la antigüedad en general". Se la celebra como una poderosa gobernante cuyo reinado fue increíblemente próspero, y ese es precisamente el motivo de la controversia: según la tradición egipcia, ninguna mujer debería haber podido asumir el pleno poder del faraón.
Más aún, se borró su nombre de sus monumentos tras su muerte, lo que sugiere firmemente que alguien, probablemente Tutmosis III, quiso eliminar toda evidencia de ella en la historia. Los escribas posteriores nunca la mencionan y a menudo sus muchos templos y monumentos se decía que eran obras de faraones posteriores. Su existencia solo llegó a salir a la luz bastante recientemente en la historia, cuando el orientalista Jean-Francois Champollion (1790-1832), conocido por descifrar la Piedra de Rosetta, vio que no podía reconciliar los jeroglíficos que hablaban de una gobernante con las estatuas que obviamente representaban a un hombre. Estos jeroglíficos se encontraron en las cámaras internas del templo de Hatshepsut en Deir el-Bahri; todo reconocimiento público de la gobernante se había eliminado.
Dado que los egipcios creían que borrar el nombre de alguien de la historia entorpecía la vida tras la muerte, se cree que quien fuera que la eliminó del conocimiento público no le deseaba una mala vida tras la muerte y po eso conservó su nombre en las áreas más recluidas. También se ha sugerido que su nombre simplemente se pasó por alto en los lugares que estaban más alejados del ojo público. Después de todo, los proyectos de construcción de Hatshepsut fueron numerosos, y es totalmente posible que quieres tenían que eliminar su nombre simplemente se saltaran algunos. Sin embargo, al final los esfuerzos por eliminar a Hatshepsut de la historia fracasaron, ya que hoy en día se la conoce como uno de los mejores faraones de Egipto.
Hatshepsut era hija de Tutmosis I (1520-1492 a.C.) y de su Gran Esposa Ahmose. Tutmosis I también fue padre de Tutmosis II con su mujer secundaria Mutnofret. Siguiendo la tradición real egipcia, Tutmosis II se casó con Hatshepsut en algún momento antes de que ella cumpliera 20 años. Al mismo tiempo, Hatshepsut fue elevada a la posición de Esposa del Dios, el honor más alto que podía alcanzar una mujer en Egipto tras la posición de reina y que, de hecho, le otorgaba mucho más poder que el tuvieran la mayoría de reinas.
La posición de Esposa del Dios en Tebas comenzó como un título honorario para la mujer de clase alta que ayudaba al sumo sacerdote con sus deberes en el Gran Templo de Amón en Karnak. Este título se menciona por primera vez en el Imperio Medio (2040-1782 a.C.) como uno honorífico otorgado a la esposa o hija de un rey. Sin embargo, para la época del Imperio Nuevo la mujer que ostentara el título de Esposa del Dios era lo suficientemente poderosa como para crear políticas (aunque no tenía tanto poder como tendría más adelante en el Tercer periodo intermedio). Amón era el dios más popular en Tebas y, con el tiempo, llegó a ser visto como el dios creador y el rey de los dioses. En su papel como esposa de este dios, Hatshepsut habría estado considerada como su consorte y habría presidido sus festivales. Básicamente, esto la habría elevado a la condición de divinidad, ya que habría sido su responsabilidad cantar y bailar para el dios al comienzo de las festividades para despertarlo al acto creativo; al interactuar directamente con el dios, habría asumido un estatus elevado. No están claros los detalles de las tareas específicas de la Esposa del Dios, pero no cabe duda de que era una posición importante, cuyo poder no haría sino aumentar en la historia posterior de Egipto.
Hatshepsut y Tutmosis II tuvieron una hija, Neferu-Ra, mientras que Tutmosis tuvo un hijo con su esposa menor, Isis. Este hijo era Tutmosis III, que fue nombrado el sucesor de su padre. Tutmosis II murió mientras Tutmosis III era todavía un niño, así que Hatshepsut se convirtió en regente, controlando así los asuntos de estado hasta que el niño fuera mayor de edad. En el séptimo año de su regencia, cambió las reglas y se hizo coronar faraón de Egipto. Adoptó todos los títulos y nombres reales e hizo que se inscribieran con el femenino gramatical, pero hizo que se la representara como un faraón masculino.
[Fuente: worldhistory.org]
Abraham Lincoln, primer presidente de Estados Unidos asesinado (1865)
Desde la fundación de la nación estadounidense en 1776 ha habido múltiples casos de violencia política contra presidentes, expresidentes y candidatos presidenciales de los principales partidos de Estados Unidos, cuatro de ellos acabando mortalmente. Abraham Lincoln fue el primero.
Abraham Lincoln
Lincoln fue el primer presidente estadounidense en ser asesinado, y fue a manos de John Wilkes Booth el 14 de abril de 1865, mientras él y su esposa, Mary Todd Lincoln, asistían a una función especial de la comedia “Our American Cousin” en el Teatro Ford de Washington. Lincoln fue trasladado a una casa frente al teatro para recibir tratamiento médico tras recibir un disparo en la nuca. Murió a la mañana siguiente. Su apoyo a los derechos de las personas de raza negra se ha citado como motivo de su asesinato.
Dos años antes del magnicidio, durante la Guerra Civil estadounidense, Lincoln emitió la Proclamación de Emancipación por la que se concedía la libertad a los esclavos de la Confederación. Lincoln fue sucedido por el vicepresidente Andrew Johnson.
Booth fue muerto a tiros el 26 de abril de 1865, tras ser encontrado escondido en un granero cerca de Bowling Green, Virginia.
James Garfield
Garfield fue el segundo presidente de Estados Unidos en ser asesinado, lo que ocurrió seis meses después de tomar posesión. El 2 de julio de 1881 pasaba por una estación de tren en Washington para tomar un tren a Nueva Inglaterra cuando Charles Guiteau le disparó.
Alexander Graham Bell, el inventor del teléfono, intentó sin éxito encontrar la bala alojada en el pecho de Garfield utilizando un aparato que había diseñado específicamente para el presidente. Garfield, herido de muerte, permaneció en la Casa Blanca durante varias semanas, pero murió en septiembre tras ser trasladado a la costa de Nueva Jersey. Llevaba seis meses en el cargo. Garfield fue sucedido por el vicepresidente Chester Arthur.
Guiteau fue declarado culpable y ejecutado en junio de 1882.
Williamm McKinley
McKinley fue tiroteado tras pronunciar un discurso en Buffalo, Nueva York, el 6 de septiembre de 1901. Estaba estrechando la mano de la gente que pasaba por una línea de recepción cuando un hombre le disparó dos veces en el pecho a quemarropa. Los médicos esperaban que McKinley se recuperara, pero se desarrolló gangrena alrededor de las heridas.
McKinley murió el 14 de septiembre de 1901, seis meses después de iniciar su segundo mandato. Le sucedió el vicepresidente Theodore Roosevelt.
Leon F. Czolgosz, un desempleado de 28 años residente de Detroit, admitió haber disparado. Czolgosz fue declarado culpable en un juicio y condenado a muerte en la silla eléctrica el 29 de octubre de 1901.
John Fitzgerald Kennedy
Kennedy fue alcanzado por un hombre armado con un rifle de alto poder mientras visitaba Dallas en noviembre de 1963 junto con la primera dama Jacqueline Kennedy. Los disparos sonaron mientras la caravana del presidente atravesaba la Plaza Dealey, en el centro de Dallas. Kennedy fue trasladado de urgencia al Parkland Memorial Hospital, donde murió poco después.
Le sucedió el vicepresidente Lyndon B. Johnson, quien fue investido en una sala de conferencias a bordo del avión presidencial Air Force One. Es el único presidente de Estados Unidos que ha juramentado en un avión.
Horas después del asesinato, la policía detuvo a Lee Harvey Oswald tras encontrar el lugar desde donde se hicieron los disparos en un edificio cercano, el Texas School Book Depository. Dos días después, Oswald estaba siendo trasladado de la comisaría a la cárcel del condado cuando el propietario de un club nocturno de Dallas, Jack Ruby, le disparó mortalmente.
[Fuente: latimes.com]
Abraham Lincoln
Lincoln fue el primer presidente estadounidense en ser asesinado, y fue a manos de John Wilkes Booth el 14 de abril de 1865, mientras él y su esposa, Mary Todd Lincoln, asistían a una función especial de la comedia “Our American Cousin” en el Teatro Ford de Washington. Lincoln fue trasladado a una casa frente al teatro para recibir tratamiento médico tras recibir un disparo en la nuca. Murió a la mañana siguiente. Su apoyo a los derechos de las personas de raza negra se ha citado como motivo de su asesinato.
Dos años antes del magnicidio, durante la Guerra Civil estadounidense, Lincoln emitió la Proclamación de Emancipación por la que se concedía la libertad a los esclavos de la Confederación. Lincoln fue sucedido por el vicepresidente Andrew Johnson.
Booth fue muerto a tiros el 26 de abril de 1865, tras ser encontrado escondido en un granero cerca de Bowling Green, Virginia.
James Garfield
Garfield fue el segundo presidente de Estados Unidos en ser asesinado, lo que ocurrió seis meses después de tomar posesión. El 2 de julio de 1881 pasaba por una estación de tren en Washington para tomar un tren a Nueva Inglaterra cuando Charles Guiteau le disparó.
Alexander Graham Bell, el inventor del teléfono, intentó sin éxito encontrar la bala alojada en el pecho de Garfield utilizando un aparato que había diseñado específicamente para el presidente. Garfield, herido de muerte, permaneció en la Casa Blanca durante varias semanas, pero murió en septiembre tras ser trasladado a la costa de Nueva Jersey. Llevaba seis meses en el cargo. Garfield fue sucedido por el vicepresidente Chester Arthur.
Guiteau fue declarado culpable y ejecutado en junio de 1882.
Williamm McKinley
McKinley fue tiroteado tras pronunciar un discurso en Buffalo, Nueva York, el 6 de septiembre de 1901. Estaba estrechando la mano de la gente que pasaba por una línea de recepción cuando un hombre le disparó dos veces en el pecho a quemarropa. Los médicos esperaban que McKinley se recuperara, pero se desarrolló gangrena alrededor de las heridas.
McKinley murió el 14 de septiembre de 1901, seis meses después de iniciar su segundo mandato. Le sucedió el vicepresidente Theodore Roosevelt.
Leon F. Czolgosz, un desempleado de 28 años residente de Detroit, admitió haber disparado. Czolgosz fue declarado culpable en un juicio y condenado a muerte en la silla eléctrica el 29 de octubre de 1901.
John Fitzgerald Kennedy
Kennedy fue alcanzado por un hombre armado con un rifle de alto poder mientras visitaba Dallas en noviembre de 1963 junto con la primera dama Jacqueline Kennedy. Los disparos sonaron mientras la caravana del presidente atravesaba la Plaza Dealey, en el centro de Dallas. Kennedy fue trasladado de urgencia al Parkland Memorial Hospital, donde murió poco después.
Le sucedió el vicepresidente Lyndon B. Johnson, quien fue investido en una sala de conferencias a bordo del avión presidencial Air Force One. Es el único presidente de Estados Unidos que ha juramentado en un avión.
Horas después del asesinato, la policía detuvo a Lee Harvey Oswald tras encontrar el lugar desde donde se hicieron los disparos en un edificio cercano, el Texas School Book Depository. Dos días después, Oswald estaba siendo trasladado de la comisaría a la cárcel del condado cuando el propietario de un club nocturno de Dallas, Jack Ruby, le disparó mortalmente.
[Fuente: latimes.com]
Andresa Casamayor, primera científica española (1738)
Mientras en otros lugares de Europa nos resuenan los nombres de científicas como la astrónoma británica Caroline Herschel (hermana de William Herschel), descubridora de varios cometas y que recibió la Medalla de oro de la Real Sociedad Astronómica, o la matemática, física y filósofa francesa Émilie du Châtelet, traductora de los Principia de Isaac Newton, en España, hay un nombre muy destacado pero quizá poco conocido de una matemática muy especial: María Andresa Casamayor de La Coma.
La historia de la ciencia está repleta de figuras que han desafiado convenciones y derribado barreras, allanando el camino para las generaciones futuras. Precisamente hoy nos acercamos a la figura de una de ellas, María Juana Rosa Andresa Casamayor de La Coma (1720-1780), que fue la primera mujer en España que publicó un texto científico que ha llegado a nuestro días. Es más, destacó en un campo en el que, durante el siglo XVIII, estaba circunscrito a los hombres.
Esta zaragozana, nació en una época en la que las oportunidades para las mujeres en la ciencia eran extremadamente escasas. La Ilustración se estaba extendiendo por toda Europa, trayendo consigo nuevas ideas sobre la razón, la ciencia y el potencial humano. Sin embargo, las convenciones sociales seguían dominando y confinando a las mujeres sobre todo al ámbito doméstico.
Por fortuna para nuestra protagonista, creció en una familia numerosa pero con posibles y en la que se valoraba la educación de los niños. Su padre fue un mercader francés procedente de Oloron-Sainte-Marie y se aseguró de que recibiera una educación completa, algo muy poco común para las mujeres jóvenes del siglo XVIII. Sobre todo teniendo en cuenta que era la séptima de nueve hijos. Aquí comenzó a surgir, desde muy pequeña, su talento para las matemáticas y las ciencias. Parece que su pasión por los números y el mundo natural era más que palpable y decidió luchar por esa pasión científica pese a las trabas sociales.
Su aportación más destacada a la ciencia fue publicada en 1738 cuando tenía apenas 17 años. Esta obra sirvió como guía didáctica de la aritmética, destinada a hacer más accesibles los conceptos matemáticos a los estudiantes. Se trataba de un manual práctico repleto de instrucciones y ejemplos, sobre aritmética básica (suma, resta, multiplicación y división) que demostraba la capacidad de Andresa Casamayor para simplificar ideas complejas con fines educativos. Sus aportaciones sentaron las bases para futuros desarrollos en la educación matemática, destacando la importancia de la claridad y la accesibilidad en la enseñanza.
Su capacidad para relacionarse con la comunidad científica estaba limitada por su género (personalmente nunca llegó a casarse ni a ingresar en la Iglesia, que era común entre las mujeres solteras de la época, por lo que tuvo que trabajar y 'ganarse el pan' toda su vida). De ahí que su obra, Tyrocinio aritmético, instrucción de las quatro reglas llanas está firmada con un seudónimo masculino, Casandro Mamés de La Marca y Araioa, que es un complejo e interesante anagrama de su propio nombre (son las mismas letras pero en distinto orden). Su otra obra, 'Para si solo', es un manuscrito de aritmética avanzada que no llegó a publicarse ni se conserva. Del primero, sí que se conserva un ejemplar en la Biblioteca Nacional de España. Es el primer manual científico escrito por una mujer en España y que aún se conserva una obra.
María Andresa Casamayor de La Coma sentó un precedente para las mujeres en la ciencia, demostrando que la destreza intelectual y la investigación científica no estaban limitadas por el género. Su determinación de perseguir sus intereses en un campo dominado por los hombres inspiró a futuras generaciones de mujeres a seguir sus pasos, como muchas otras mujeres hicieron, han hecho y siguen haciendo, como Lise Meitner, la madre de la física nuclear cuyo trabajo sobre la fisión nuclear revolucionó nuestra comprensión de la ciencia atómica en una época en la que a menudo se desalentaba a las mujeres a cursar estudios superiores (siglo XIX), o Rosalind Franklin, la heroína anónima del ADN, una química y cristalógrafa de rayos X cuya investigación fue fundamental para comprender la estructura molecular del ADN. A pesar de la falta de reconocimiento en su momento, el trabajo de Franklin ha sido celebrado desde entonces por su papel crucial en la resolución de los misterios del material genético.
Respecto a Casamayor, no cabe duda de que su historia es igualmente un poderoso recordatorio de la importancia de la perseverancia y el impacto que una persona puede tener en la sociedad. Para celebrar su figura, el Ayuntamiento de Zaragoza nombró un grupo de viviendas con su nombre; también podemos encontrar una calle en honor de esta científica zaragozana y un colegio público también nombrado en su honor.
[Fuente: Sarah Romero, publicado en muyinteresante.com]
La historia de la ciencia está repleta de figuras que han desafiado convenciones y derribado barreras, allanando el camino para las generaciones futuras. Precisamente hoy nos acercamos a la figura de una de ellas, María Juana Rosa Andresa Casamayor de La Coma (1720-1780), que fue la primera mujer en España que publicó un texto científico que ha llegado a nuestro días. Es más, destacó en un campo en el que, durante el siglo XVIII, estaba circunscrito a los hombres.
Esta zaragozana, nació en una época en la que las oportunidades para las mujeres en la ciencia eran extremadamente escasas. La Ilustración se estaba extendiendo por toda Europa, trayendo consigo nuevas ideas sobre la razón, la ciencia y el potencial humano. Sin embargo, las convenciones sociales seguían dominando y confinando a las mujeres sobre todo al ámbito doméstico.
Por fortuna para nuestra protagonista, creció en una familia numerosa pero con posibles y en la que se valoraba la educación de los niños. Su padre fue un mercader francés procedente de Oloron-Sainte-Marie y se aseguró de que recibiera una educación completa, algo muy poco común para las mujeres jóvenes del siglo XVIII. Sobre todo teniendo en cuenta que era la séptima de nueve hijos. Aquí comenzó a surgir, desde muy pequeña, su talento para las matemáticas y las ciencias. Parece que su pasión por los números y el mundo natural era más que palpable y decidió luchar por esa pasión científica pese a las trabas sociales.
Su aportación más destacada a la ciencia fue publicada en 1738 cuando tenía apenas 17 años. Esta obra sirvió como guía didáctica de la aritmética, destinada a hacer más accesibles los conceptos matemáticos a los estudiantes. Se trataba de un manual práctico repleto de instrucciones y ejemplos, sobre aritmética básica (suma, resta, multiplicación y división) que demostraba la capacidad de Andresa Casamayor para simplificar ideas complejas con fines educativos. Sus aportaciones sentaron las bases para futuros desarrollos en la educación matemática, destacando la importancia de la claridad y la accesibilidad en la enseñanza.
Su capacidad para relacionarse con la comunidad científica estaba limitada por su género (personalmente nunca llegó a casarse ni a ingresar en la Iglesia, que era común entre las mujeres solteras de la época, por lo que tuvo que trabajar y 'ganarse el pan' toda su vida). De ahí que su obra, Tyrocinio aritmético, instrucción de las quatro reglas llanas está firmada con un seudónimo masculino, Casandro Mamés de La Marca y Araioa, que es un complejo e interesante anagrama de su propio nombre (son las mismas letras pero en distinto orden). Su otra obra, 'Para si solo', es un manuscrito de aritmética avanzada que no llegó a publicarse ni se conserva. Del primero, sí que se conserva un ejemplar en la Biblioteca Nacional de España. Es el primer manual científico escrito por una mujer en España y que aún se conserva una obra.
María Andresa Casamayor de La Coma sentó un precedente para las mujeres en la ciencia, demostrando que la destreza intelectual y la investigación científica no estaban limitadas por el género. Su determinación de perseguir sus intereses en un campo dominado por los hombres inspiró a futuras generaciones de mujeres a seguir sus pasos, como muchas otras mujeres hicieron, han hecho y siguen haciendo, como Lise Meitner, la madre de la física nuclear cuyo trabajo sobre la fisión nuclear revolucionó nuestra comprensión de la ciencia atómica en una época en la que a menudo se desalentaba a las mujeres a cursar estudios superiores (siglo XIX), o Rosalind Franklin, la heroína anónima del ADN, una química y cristalógrafa de rayos X cuya investigación fue fundamental para comprender la estructura molecular del ADN. A pesar de la falta de reconocimiento en su momento, el trabajo de Franklin ha sido celebrado desde entonces por su papel crucial en la resolución de los misterios del material genético.
Respecto a Casamayor, no cabe duda de que su historia es igualmente un poderoso recordatorio de la importancia de la perseverancia y el impacto que una persona puede tener en la sociedad. Para celebrar su figura, el Ayuntamiento de Zaragoza nombró un grupo de viviendas con su nombre; también podemos encontrar una calle en honor de esta científica zaragozana y un colegio público también nombrado en su honor.
[Fuente: Sarah Romero, publicado en muyinteresante.com]
Georges Cuvier: Padre de la paleontología (1812)
A pocas personas les puede pasar desapercibido un fósil. Esas formas extrañas petrificadas, restos de especies que nos parecen de ciencia ficción. Y, de entre tanta fascinación, ¿quién fue la persona que descubrió el primer fósil? Pues siendo sinceros: no tenemos ni idea.
Desde que el humano tiene un mínimo de curiosidad, observaría los fósiles, haciéndose preguntas al toparse con ellos. Se han hallado fósiles en cuevas paleolíticas, por lo que nuestros antepasados se llevaron a sus hogares esas rocas extrañas y serían dignas de escuchar las respuestas que inventarían para dar explicación a semejantes hallazgos. Otra cosa es que pudieran saber lo que eran realmente los fósiles. Ese es otro tema y ahí entramos en el maravilloso camino del nacimiento de la Paleontología.
Como ocurre con toda ciencia y disciplina, no hay un día concreto en el que digamos: “ea, y se creó la paleontología”. Siempre tienen un proceso y, más que uno, varios momentos claves que sirvieron para seguir dando pasos hasta la ciencia que conocemos hoy día. De hecho, seguimos dando pasos. Es la idea de toda ciencia: avanzar siempre hacia más y más conocimiento.
Imagina caer en la cuenta de que lo que tienes delante no es una roca, sino los restos de un animal de hace millones de años. No fue fácil empezar a afirmar tal idea.
Por remontarnos a un tiempo en el que podamos poner algún nombre y apellido nos iremos al siglo I. A Plinio el Viejo le leemos por primera vez el término “fósil”, que viene del latín fossile (“que se obtiene cavando”), que a su vez viene del verbo fodere (“excavar”). Estos romanos siempre tan prácticos. Claro que, Plinio tendría claro que eran objetos extraños que salían de la tierra, pero de ahí a identificar especies antiguas todavía quedaba un poco más.
Mientras ese momento llegaba, se defendieron todas las teorías disparatadas que puedas imaginar acerca del origen de los fósiles: como las criaturas se creaban del barro, los fósiles eran fallos en el proceso de creación; animales monstruosos creados por dioses; que eran los restos de los animales que no llegaron a subir al arca de Noé; otros hablaban de gigantes del pasado, como los cíclopes; algunos quisieron ver huesos de dragones... la lista podría ser tan larga como disparatada.
Pero llegamos a un punto en que los abuelos y abuelas de la paleontología hicieron teorías científicas. En su momento sonaron igual de locas que las del párrafo anterior, pero hoy día son claves para el trabajo de los paleontólogos.
Podríamos mencionar incluso a Leonardo Da Vinci, que hizo de todo, así que también realizó observaciones como naturalista. Entre sus cientos de notas se encontró el dibujo del Paleodictyon, un fósil que parece un panal de abejas. Pero queremos que puedas terminar de leer este artículo hoy. Así que nos venimos un poco más cerca en el tiempo.
Fue en 1812 cuando Georges Léopold Chrétien Fréderic Dagobert Cuvier (Georges Cuvier, para los amigos) dijo que los fósiles eran animales que habían muerto hacía mucho tiempo. Es considerado el padre de la paleontología y, sin duda, uno de los primeros en dejar constancia de estar viendo lo correcto al observar un fósil, o al menos acercarse más que nadie hasta ese momento. Poco después Charles Lyell publicó la obra Principios de Geología, con teorías sobre sedimentación y formación de los estratos, en un contexto en el que las teorías de la Biblia seguían teniendo mucho peso.
En noviembre de 1859 tenemos un hito destacado: se publicó On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life, es decir, la famosa obra El origen de las especies de Charles Darwin. Supuso una revolución conceptual en la época, con la que Darwin defendía la evolución de las especies y la selección natural, esto es: que las especies van cambiando y las más adaptadas sobreviven y siguen reproduciendo crías que seguirán evolucionando (grosso modo).
Mientras la teoría de la evolución iba calando en el pensamiento intelectual, la familia Anning iba descubriendo fósiles. Mary Anning, considerada la primera paleontóloga de la historia, desenterraba restos fósiles por los acantilados de Lyme Regis, en Inglaterra. Para finales del siglo, ya contábamos con paleontólogos dedicados al estudio de los dinosaurios y grandes reptiles, como los casos de Othniel Charles Marsh y Edward Drinker Cope. En 1891, Eugène Dubois descubrió los primeros restos de Homo erectus que inició Steven Spielberg (mención de honor merece el olvidado Michael Crichton, autor de la novela en que se basó la peli).
Al final, todo el interés del ser humano en los fósiles viene de intentar buscar respuestas. Al final, desde la prehistoria a hoy, todos mamamos de la fantasía para mostrarnos realmente fascinados por los fósiles. Por tanto, no podemos saber quién descubrió el primer fósil, pero sí tenemos claro quiénes fueron los pioneros en estudiarlos.
[Fuente: Fran Navarro, publicado en muyinteresante.com]
Desde que el humano tiene un mínimo de curiosidad, observaría los fósiles, haciéndose preguntas al toparse con ellos. Se han hallado fósiles en cuevas paleolíticas, por lo que nuestros antepasados se llevaron a sus hogares esas rocas extrañas y serían dignas de escuchar las respuestas que inventarían para dar explicación a semejantes hallazgos. Otra cosa es que pudieran saber lo que eran realmente los fósiles. Ese es otro tema y ahí entramos en el maravilloso camino del nacimiento de la Paleontología.
Como ocurre con toda ciencia y disciplina, no hay un día concreto en el que digamos: “ea, y se creó la paleontología”. Siempre tienen un proceso y, más que uno, varios momentos claves que sirvieron para seguir dando pasos hasta la ciencia que conocemos hoy día. De hecho, seguimos dando pasos. Es la idea de toda ciencia: avanzar siempre hacia más y más conocimiento.
Imagina caer en la cuenta de que lo que tienes delante no es una roca, sino los restos de un animal de hace millones de años. No fue fácil empezar a afirmar tal idea.
Por remontarnos a un tiempo en el que podamos poner algún nombre y apellido nos iremos al siglo I. A Plinio el Viejo le leemos por primera vez el término “fósil”, que viene del latín fossile (“que se obtiene cavando”), que a su vez viene del verbo fodere (“excavar”). Estos romanos siempre tan prácticos. Claro que, Plinio tendría claro que eran objetos extraños que salían de la tierra, pero de ahí a identificar especies antiguas todavía quedaba un poco más.
Mientras ese momento llegaba, se defendieron todas las teorías disparatadas que puedas imaginar acerca del origen de los fósiles: como las criaturas se creaban del barro, los fósiles eran fallos en el proceso de creación; animales monstruosos creados por dioses; que eran los restos de los animales que no llegaron a subir al arca de Noé; otros hablaban de gigantes del pasado, como los cíclopes; algunos quisieron ver huesos de dragones... la lista podría ser tan larga como disparatada.
Pero llegamos a un punto en que los abuelos y abuelas de la paleontología hicieron teorías científicas. En su momento sonaron igual de locas que las del párrafo anterior, pero hoy día son claves para el trabajo de los paleontólogos.
Podríamos mencionar incluso a Leonardo Da Vinci, que hizo de todo, así que también realizó observaciones como naturalista. Entre sus cientos de notas se encontró el dibujo del Paleodictyon, un fósil que parece un panal de abejas. Pero queremos que puedas terminar de leer este artículo hoy. Así que nos venimos un poco más cerca en el tiempo.
Fue en 1812 cuando Georges Léopold Chrétien Fréderic Dagobert Cuvier (Georges Cuvier, para los amigos) dijo que los fósiles eran animales que habían muerto hacía mucho tiempo. Es considerado el padre de la paleontología y, sin duda, uno de los primeros en dejar constancia de estar viendo lo correcto al observar un fósil, o al menos acercarse más que nadie hasta ese momento. Poco después Charles Lyell publicó la obra Principios de Geología, con teorías sobre sedimentación y formación de los estratos, en un contexto en el que las teorías de la Biblia seguían teniendo mucho peso.
En noviembre de 1859 tenemos un hito destacado: se publicó On the Origin of Species by Means of Natural Selection, or the Preservation of Favoured Races in the Struggle for Life, es decir, la famosa obra El origen de las especies de Charles Darwin. Supuso una revolución conceptual en la época, con la que Darwin defendía la evolución de las especies y la selección natural, esto es: que las especies van cambiando y las más adaptadas sobreviven y siguen reproduciendo crías que seguirán evolucionando (grosso modo).
Mientras la teoría de la evolución iba calando en el pensamiento intelectual, la familia Anning iba descubriendo fósiles. Mary Anning, considerada la primera paleontóloga de la historia, desenterraba restos fósiles por los acantilados de Lyme Regis, en Inglaterra. Para finales del siglo, ya contábamos con paleontólogos dedicados al estudio de los dinosaurios y grandes reptiles, como los casos de Othniel Charles Marsh y Edward Drinker Cope. En 1891, Eugène Dubois descubrió los primeros restos de Homo erectus que inició Steven Spielberg (mención de honor merece el olvidado Michael Crichton, autor de la novela en que se basó la peli).
Al final, todo el interés del ser humano en los fósiles viene de intentar buscar respuestas. Al final, desde la prehistoria a hoy, todos mamamos de la fantasía para mostrarnos realmente fascinados por los fósiles. Por tanto, no podemos saber quién descubrió el primer fósil, pero sí tenemos claro quiénes fueron los pioneros en estudiarlos.
[Fuente: Fran Navarro, publicado en muyinteresante.com]
La primera computadora electro-mecánica: Z1 (1938)
La Z1 fue una computadora electro-mecánica diseñada por el ingeniero alemán Konrad Zuse (Berlín, 1910-Hünfeld, 1995) desde 1936 hasta 1937 y construida por él desde 1936 hasta 1938. Era una calculadora binaria, mecánica, de accionamiento eléctrico, con programación limitada, que leía instrucciones de una película de celuloide perforada. Fue la primera computadora libremente programable en el mundo que usó lógica booleana y números de punto flotante binarios, sin embargo, no era fiable en la operación. Se completó en 1938 y se financió completamente con fondos privados. Esta computadora fue destruida en el bombardeo de Berlín en diciembre de 1943, durante la Segunda Guerra Mundial, junto con todos los planos de construcción.
La Z1 fue la primera de una serie de computadoras que Zuse diseñó. Su nombre original fue "V1" de VersuchsModell 1 (que significa Modelo Experimental 1). Después de la Segunda Guerra Mundial, pasó a llamarse "Z1" para diferenciarse de las bombas volantes diseñadas por Robert Lusser. La Z2 y la Z3 fueron seguimientos basados en muchas de las mismas ideas que la Z1.
Contenía casi todas las partes de una computadora moderna, es decir, unidad de control, memoria, micro secuencias, lógica de coma flotante y dispositivos de entrada-salida. Era libremente programable mediante cinta perforada y un lector de cinta perforada. Había una clara separación entre el lector de cinta perforada, la unidad de control para supervisar toda la máquina y la ejecución de las instrucciones, la unidad aritmética y los dispositivos de entrada y salida. La unidad de cinta de entrada lee las perforaciones en una película de 35 milímetros. En realidad era un sumador y un restador de valor de coma flotante de 22 bits, con cierta lógica de control que le permitía ser capaz de realizar operaciones más complejas como la multiplicación (mediante sumas repetidas) y la división (mediante restas repetidas). El conjunto de instrucciones de la Z1 tenía nueve instrucciones y requería entre uno y veinte ciclos por instrucción. Tenía una memoria de coma flotante de 64 palabras, donde cada palabra de la memoria se podía leer y escribir en la unidad de control. Las unidades de memoria mecánica eran únicas en su diseño y fueron patentadas por Konrad Zuse en 1936. La máquina solo era capaz de ejecutar instrucciones mientras leía desde el lector de cinta perforada, por lo que el programa en sí no se cargaba por completo en la memoria interna de antemano. Las entradas y la salidas eran números decimales con exponente decimal y las unidades tenían una maquinaria especial para convertirlos a y desde números binarios. Las instrucciones de entrada y salida eran leídas o escritas como números de coma flotante. El programa de cinta era una película de 35 mm con las instrucciones codificadas perforadas en agujeros, utilizaba un sistema binario, un sistema a base de 2 estados.
Z1 era una máquina de aproximadamente 1000 kg de peso, que consistía en unas 20000 piezas. Era una computadora programable, basada en números binarios de coma flotante y un sistema de conmutación binario. Consistía completamente en hojas delgadas de metal, que Zuse y sus amigos produjeron usando una sierra de calar. El dispositivo de entrada [datos] era un teclado... Los programas de la Z1 (Zuse los llamó Rechenpläne, planos de computación) se almacenaban en cintas perforadas mediante un código de 8 bits. La construcción de la Z1 fue financiada de forma privada. Zuse obtuvo dinero de sus padres, su hermana Lieselotte, algunos estudiantes de la fraternidad AV Motiv (cf. Helmut Schreyer) y Kurt Pannke (un fabricante de máquinas calculadoras en Berlín) para hacerla. Por tanto, se construyó en el apartamento de sus padres; de hecho, se le permitió usar la sala de estar para su construcción. En 1936, Zuse renunció a su trabajo en la construcción de aviones para centrarse en la Z1.
Se dice que Zuse utilizó "tiras finas de metal" y quizás "cilindros de metal" o placas de vidrio para construir la Z1. Probablemente no contenía relés comerciales (aunque se dice que la Z3 usó unos cuantos relés telefónicos). La única unidad eléctrica era un motor eléctrico para dar la frecuencia de reloj de 1 Hz (ciclo por segundo) a la máquina. La memoria se construyó a partir de tiras finas de metal ranurado y pines pequeños, y resultó ser más rápida, más pequeña y más confiable que los relés. La Z2 usó la memoria mecánica de la Z1, pero usó aritmética basada en relés. La Z3 fue construida completamente de relés a manera de experimento. La Z4 fue el primer intento de una computadora comercial, volviendo a la memoria de tiras de metal con ranuras mecánicas, más rápida y económica, con procesamiento de relé de la Z2, pero la guerra interrumpió el desarrollo de la Z4.
La Z1 nunca fue muy fiable en la operación por una mala sincronización debida a las tensiones internas y externas en las piezas mecánicas.
Características:
La máquina disponía de 6 instrucciones únicamente, aritméticas y de manejo de memoria, sin instrucciones de comparación o salto.
[Fuente: Wikipedia]
La Z1 fue la primera de una serie de computadoras que Zuse diseñó. Su nombre original fue "V1" de VersuchsModell 1 (que significa Modelo Experimental 1). Después de la Segunda Guerra Mundial, pasó a llamarse "Z1" para diferenciarse de las bombas volantes diseñadas por Robert Lusser. La Z2 y la Z3 fueron seguimientos basados en muchas de las mismas ideas que la Z1.
Contenía casi todas las partes de una computadora moderna, es decir, unidad de control, memoria, micro secuencias, lógica de coma flotante y dispositivos de entrada-salida. Era libremente programable mediante cinta perforada y un lector de cinta perforada. Había una clara separación entre el lector de cinta perforada, la unidad de control para supervisar toda la máquina y la ejecución de las instrucciones, la unidad aritmética y los dispositivos de entrada y salida. La unidad de cinta de entrada lee las perforaciones en una película de 35 milímetros. En realidad era un sumador y un restador de valor de coma flotante de 22 bits, con cierta lógica de control que le permitía ser capaz de realizar operaciones más complejas como la multiplicación (mediante sumas repetidas) y la división (mediante restas repetidas). El conjunto de instrucciones de la Z1 tenía nueve instrucciones y requería entre uno y veinte ciclos por instrucción. Tenía una memoria de coma flotante de 64 palabras, donde cada palabra de la memoria se podía leer y escribir en la unidad de control. Las unidades de memoria mecánica eran únicas en su diseño y fueron patentadas por Konrad Zuse en 1936. La máquina solo era capaz de ejecutar instrucciones mientras leía desde el lector de cinta perforada, por lo que el programa en sí no se cargaba por completo en la memoria interna de antemano. Las entradas y la salidas eran números decimales con exponente decimal y las unidades tenían una maquinaria especial para convertirlos a y desde números binarios. Las instrucciones de entrada y salida eran leídas o escritas como números de coma flotante. El programa de cinta era una película de 35 mm con las instrucciones codificadas perforadas en agujeros, utilizaba un sistema binario, un sistema a base de 2 estados.
Z1 era una máquina de aproximadamente 1000 kg de peso, que consistía en unas 20000 piezas. Era una computadora programable, basada en números binarios de coma flotante y un sistema de conmutación binario. Consistía completamente en hojas delgadas de metal, que Zuse y sus amigos produjeron usando una sierra de calar. El dispositivo de entrada [datos] era un teclado... Los programas de la Z1 (Zuse los llamó Rechenpläne, planos de computación) se almacenaban en cintas perforadas mediante un código de 8 bits. La construcción de la Z1 fue financiada de forma privada. Zuse obtuvo dinero de sus padres, su hermana Lieselotte, algunos estudiantes de la fraternidad AV Motiv (cf. Helmut Schreyer) y Kurt Pannke (un fabricante de máquinas calculadoras en Berlín) para hacerla. Por tanto, se construyó en el apartamento de sus padres; de hecho, se le permitió usar la sala de estar para su construcción. En 1936, Zuse renunció a su trabajo en la construcción de aviones para centrarse en la Z1.
Se dice que Zuse utilizó "tiras finas de metal" y quizás "cilindros de metal" o placas de vidrio para construir la Z1. Probablemente no contenía relés comerciales (aunque se dice que la Z3 usó unos cuantos relés telefónicos). La única unidad eléctrica era un motor eléctrico para dar la frecuencia de reloj de 1 Hz (ciclo por segundo) a la máquina. La memoria se construyó a partir de tiras finas de metal ranurado y pines pequeños, y resultó ser más rápida, más pequeña y más confiable que los relés. La Z2 usó la memoria mecánica de la Z1, pero usó aritmética basada en relés. La Z3 fue construida completamente de relés a manera de experimento. La Z4 fue el primer intento de una computadora comercial, volviendo a la memoria de tiras de metal con ranuras mecánicas, más rápida y económica, con procesamiento de relé de la Z2, pero la guerra interrumpió el desarrollo de la Z4.
La Z1 nunca fue muy fiable en la operación por una mala sincronización debida a las tensiones internas y externas en las piezas mecánicas.
Características:
- Memoria: 64 palabras de 22 bits
- Velocidad de reloj: 1 Hz
- Registros: Dos registros de coma flotante de 22 bits cada uno
- Unidad Aritmética: cuatro operaciones básicas (sumar, restar, multiplicar, dividir) para números binarios de coma flotante
- Peso: 1000 kg
- Velocidad media de cálculo: Suma en 5 segundos, multiplicación en 10 segundos
- Área de aplicación: Prototipo
- Entrada: Números decimales en coma flotante
- Salida: Números decimales en coma flotante
La máquina disponía de 6 instrucciones únicamente, aritméticas y de manejo de memoria, sin instrucciones de comparación o salto.
- Suma (3 ciclos de reloj)
- Resta (4 o 5 ciclos de reloj dependiendo del resultado)
- Multiplicación (16 ciclos de reloj)
- División (18 ciclos de reloj)
- Leer de la memoria (1 ciclo de reloj)
- Guardar en memoria (0 o 1 ciclo de reloj)
[Fuente: Wikipedia]
El Disco de Nipkow, primer aparato de televisión (1884)
El disco de Nipkow es un dispositivo mecánico que permite analizar una escena de manera ordenada. Fue el estudiante alemán Paul Gottlieb Nipkow (Lauenburg, Alemania, 1880-Berlín, Alemania, 1940) quien lo inventó y construyó en 1884. Supuso un paso adelante en el desarrollo de dispositivos de captación y reproducción de imágenes, un paso más en una serie de descubrimientos e invenciones que hicieron posible el desarrollo de la televisión.
Anteriormente, a principios de la década de 1870, un operador de telégrafo llamado Joseph May, utilizando el llamado selenio metálico en una estación de cable irlandesa, se percató de que ciertas variaciones inesperadas en las lecturas de sus instrumentos eran debidas al efecto de la luz en el selenio. May descubrió que la luz cambiaba la resistencia eléctrica del material y, lo que es más importante aún, que parecía claro que la variación de la resistencia era proporcional a la intensidad de luz. De esta manera se podría crear una corriente eléctrica a partir de la misma luz.
Una década después, en el año 1884, el inventor alemán Paul Nipkow patentó el disco que lleva su nombre: un disco que serviría de mecanismo para proyectar la luz reflejada por un objeto sobre una serie de células de selenio que enviarían los impulsos eléctricos correspondientes a través de un cable.
Algunos años más tarde, en 1923, el inglés John Logie Baird desarrolló y perfeccionó el sistema (televisión electromecánica) aunque, a pesar de todo, ciertos inconvenientes harían que no se consiguiese imponer a la televisión electrónica.
El disco de Nipkow es un disco plano y circular con una serie de pequeñas perforaciones dispuestas en forma de espiral desde el centro hacia el exterior. Haciendo girar el disco cada perforación describe una circunferencia de radio diferente, la cual es equivalente a una "línea de exploración" de imagen en una televisión moderna: cuantas más perforaciones tuviese, mayor número de líneas (y resolución) contendría la imagen final. La escena es proyectada sobre el disco mediante una lente. Cuando se hace girar el disco, se hacen pasar sucesivamente las perforaciones por la proyección de manera que, podemos ver en alta definición. En la parte del sistema dedicada a la reproducción encontraremos otro disco de Nipkow sincronizado con el primero y haciendo la función inversa, es decir, permitiendo pasar la señal de luz transmitida para reconstruir la imagen por filas, tal como la habíamos obtenido.
El sistema ofrece una serie de inconvenientes. En primer lugar debemos tener en cuenta que los sistemas ópticos disponibles en la época no eran suficientemente eficientes. En segundo lugar, nos encontramos con que el dispositivo estaba condicionado por una serie de elementos mecánicos que limitaban la posibilidad de conseguir las velocidades de giro necesarias para que la escena pudiese ser recuperada como una imagen compuesta. Por otro lado, la geometría del disco limitaba el número de líneas, así como el diámetro condicionaba el tamaño de las imágenes a captar. Además, el hecho de que se utilice un disco provoca, como ya hemos visto por su funcionamiento, que las líneas no sean rectas, sino que tengan una curvatura que será mayor a medida que disminuya el diámetro del disco. Por último, debido a la naturaleza del propio principio de funcionamiento de estos sistemas, si se quiere aumentar en ellos el número de líneas para mejorar la calidad de las imágenes, se hace necesario reducir el tamaño de los orificios en el disco giratorio. Pero al hacer esto, el problema mayor reside en que, si se reduce ese diámetro a la mitad, como ejemplo, para duplicar la cantidad de líneas, la superficie del mismo disminuye a la cuarta parte, lo que implica que ingrese cuatro veces menos cantidad de luz a través de dicho orificio, hacia la celda fotoeléctrica ubicada detrás. El ejemplo planteado explica la gran dificultad para elevar la resolución y nitidez de las imágenes, porque el sistema se va volviendo más ineficiente en la captación lumínica. Ni la óptica, ni la amplificación electrónica de la época, estaban en condiciones de compensar esta pérdida de luz. Es por ello que se imponía la necesidad de iluminar mucho la escena y los objetos a ser televisados.
A pesar de los inconvenientes que acabamos de comentar, el invento de Nipkow supuso un gran paso en el camino hacia la televisión tal como la conocemos. Por primera vez se hacía posible hacer un escaneado de una imagen con el objetivo de transmitirla posteriormente por un cable hacia la terminal de reproducción.
[Fuente: Wikipedia]
Anteriormente, a principios de la década de 1870, un operador de telégrafo llamado Joseph May, utilizando el llamado selenio metálico en una estación de cable irlandesa, se percató de que ciertas variaciones inesperadas en las lecturas de sus instrumentos eran debidas al efecto de la luz en el selenio. May descubrió que la luz cambiaba la resistencia eléctrica del material y, lo que es más importante aún, que parecía claro que la variación de la resistencia era proporcional a la intensidad de luz. De esta manera se podría crear una corriente eléctrica a partir de la misma luz.
Una década después, en el año 1884, el inventor alemán Paul Nipkow patentó el disco que lleva su nombre: un disco que serviría de mecanismo para proyectar la luz reflejada por un objeto sobre una serie de células de selenio que enviarían los impulsos eléctricos correspondientes a través de un cable.
Algunos años más tarde, en 1923, el inglés John Logie Baird desarrolló y perfeccionó el sistema (televisión electromecánica) aunque, a pesar de todo, ciertos inconvenientes harían que no se consiguiese imponer a la televisión electrónica.
El disco de Nipkow es un disco plano y circular con una serie de pequeñas perforaciones dispuestas en forma de espiral desde el centro hacia el exterior. Haciendo girar el disco cada perforación describe una circunferencia de radio diferente, la cual es equivalente a una "línea de exploración" de imagen en una televisión moderna: cuantas más perforaciones tuviese, mayor número de líneas (y resolución) contendría la imagen final. La escena es proyectada sobre el disco mediante una lente. Cuando se hace girar el disco, se hacen pasar sucesivamente las perforaciones por la proyección de manera que, podemos ver en alta definición. En la parte del sistema dedicada a la reproducción encontraremos otro disco de Nipkow sincronizado con el primero y haciendo la función inversa, es decir, permitiendo pasar la señal de luz transmitida para reconstruir la imagen por filas, tal como la habíamos obtenido.
El sistema ofrece una serie de inconvenientes. En primer lugar debemos tener en cuenta que los sistemas ópticos disponibles en la época no eran suficientemente eficientes. En segundo lugar, nos encontramos con que el dispositivo estaba condicionado por una serie de elementos mecánicos que limitaban la posibilidad de conseguir las velocidades de giro necesarias para que la escena pudiese ser recuperada como una imagen compuesta. Por otro lado, la geometría del disco limitaba el número de líneas, así como el diámetro condicionaba el tamaño de las imágenes a captar. Además, el hecho de que se utilice un disco provoca, como ya hemos visto por su funcionamiento, que las líneas no sean rectas, sino que tengan una curvatura que será mayor a medida que disminuya el diámetro del disco. Por último, debido a la naturaleza del propio principio de funcionamiento de estos sistemas, si se quiere aumentar en ellos el número de líneas para mejorar la calidad de las imágenes, se hace necesario reducir el tamaño de los orificios en el disco giratorio. Pero al hacer esto, el problema mayor reside en que, si se reduce ese diámetro a la mitad, como ejemplo, para duplicar la cantidad de líneas, la superficie del mismo disminuye a la cuarta parte, lo que implica que ingrese cuatro veces menos cantidad de luz a través de dicho orificio, hacia la celda fotoeléctrica ubicada detrás. El ejemplo planteado explica la gran dificultad para elevar la resolución y nitidez de las imágenes, porque el sistema se va volviendo más ineficiente en la captación lumínica. Ni la óptica, ni la amplificación electrónica de la época, estaban en condiciones de compensar esta pérdida de luz. Es por ello que se imponía la necesidad de iluminar mucho la escena y los objetos a ser televisados.
A pesar de los inconvenientes que acabamos de comentar, el invento de Nipkow supuso un gran paso en el camino hacia la televisión tal como la conocemos. Por primera vez se hacía posible hacer un escaneado de una imagen con el objetivo de transmitirla posteriormente por un cable hacia la terminal de reproducción.
[Fuente: Wikipedia]
'Wings' obtuvo el primer Óscar a la Mejor Película (1929)
'Wings' es una película muda dramático-bélica estadounidense de 1927 ambientada durante la Primera Guerra Mundial. Producida por Lucien Hubbard, dirigida por William A. Wellman y lanzada por Paramount Pictures, cuenta con las actuaciones de Clara Bow, Charles "Buddy" Rogers, Richard Arlen y Gary Cooper, quien aparece en un pequeño papel que ayudó a lanzar su carrera en Hollywood.
Wellman dedicó la película "a esos jóvenes guerreros del cielo cuyas alas están dobladas sobre ellos para siempre". Un anticipo se mostró el 19 de mayo de 1927, en el Texas Theatre en Houston Street en San Antonio. El estreno se celebró en el Criterion Theatre, en la ciudad de Nueva York, el 12 de agosto de 1927, y se proyectó durante 63 semanas antes de ser trasladada a los cines de segunda categoría. El lanzamiento original de Paramount de Wings estaba teñido de color y tenía algunas secuencias en un proceso de pantalla panorámica conocido como Magnascopio, introducido por Paramount en 1924 y compuesto por una pantalla circular y varios proyectores que pretendían dar la impresión al público de estar rodeados por la acción, efecto que también fue utilizado en la película 'Old Ironsides' de 1926, producida por Paramount. El estreno original también incluyó el proceso de color Handschiegl para las llamas y explosiones en las escenas aéreas. Además, algunas impresiones tenían efectos de sonido y música sincronizados, utilizando el proceso de sonido sobre película Kinegráfono de General Electric (más tarde, RCA Fotófono).
'Wings' se convirtió en un éxito inmediato tras su estreno y las sucesivas películas de aviación fueron realizadas con base en esta, en términos de "autenticidad del combate y alcance de la producción". Una de las razones de su resonante popularidad fue la obsesión pública con la aviación tras el vuelo transatlántico de Charles Lindbergh. El Cuerpo Aéreo que supervisó la producción expresó su satisfacción con el producto final. La respuesta crítica fue igualmente entusiasta y la película fue ampliamente elogiada por su realismo y destreza técnica, a pesar de una trama superficial, "un picnic de aviación", como lo llamó Gene Brown. Las escenas de combate de la película eran tan realistas que un escritor que estudiaba la película a principios de la década de 1970 se preguntaba si Wellman había utilizado imágenes reales de aviones que caían a tierra de la Primera Guerra Mundial. Un crítico observó: "La calidad excepcional de 'Wings' radica en su atractivo como un espectáculo y como una imagen de al menos algunas de las realidades de volar en condiciones de guerra". Otro escribió: "Nada en la línea de las imágenes de guerra ha empaquetado una mayor proporción de emociones reales en un metraje igual. Como espectáculo, 'Wings' es un triunfo técnico. Apila golpe a golpe hasta que el espectador está casi nerviosamente exhausto". Mordaunt Hall de The New York Times elogió la cinematografía de las escenas de vuelo y la dirección y actuación de todo el elenco en su crítica fechada el 13 de agosto de 1927. Hall solo nota dos críticas negativas: una ligera sobre la actuación de Richard Arlen y la final, que describió así: "Como tantas historias de la pantalla, demasiado sentimentales, y hay mucho más de lo que uno quiere".
El 16 de mayo de 1929, la 1.ª ceremonia de entrega de los Premios de la Academia se llevó a cabo en el Hollywood Roosevelt Hotel en Hollywood para honrar los logros cinematográficos sobresalientes de los años 1927 y 1928. 'Wings' fue la primera película en ganar el premio a la mejor película (galardón entonces conocido como «Película sobresaliente»), además de ganar el premio a los mejores efectos de ingeniería para Roy Pomeroy, entregado por única vez esa noche. Sin embargo, se consideró como la ganadora más importante a la película Amanecer, la cual ganó el premio a la «mejor calidad artística de producción». Al año siguiente, la Academia abandonó aquel galardón y decidió retroactivamente que el premio ganado por 'Wings' era el mayor honor que se otorgaría.
[Fuente: Wikipedia]
Wellman dedicó la película "a esos jóvenes guerreros del cielo cuyas alas están dobladas sobre ellos para siempre". Un anticipo se mostró el 19 de mayo de 1927, en el Texas Theatre en Houston Street en San Antonio. El estreno se celebró en el Criterion Theatre, en la ciudad de Nueva York, el 12 de agosto de 1927, y se proyectó durante 63 semanas antes de ser trasladada a los cines de segunda categoría. El lanzamiento original de Paramount de Wings estaba teñido de color y tenía algunas secuencias en un proceso de pantalla panorámica conocido como Magnascopio, introducido por Paramount en 1924 y compuesto por una pantalla circular y varios proyectores que pretendían dar la impresión al público de estar rodeados por la acción, efecto que también fue utilizado en la película 'Old Ironsides' de 1926, producida por Paramount. El estreno original también incluyó el proceso de color Handschiegl para las llamas y explosiones en las escenas aéreas. Además, algunas impresiones tenían efectos de sonido y música sincronizados, utilizando el proceso de sonido sobre película Kinegráfono de General Electric (más tarde, RCA Fotófono).
'Wings' se convirtió en un éxito inmediato tras su estreno y las sucesivas películas de aviación fueron realizadas con base en esta, en términos de "autenticidad del combate y alcance de la producción". Una de las razones de su resonante popularidad fue la obsesión pública con la aviación tras el vuelo transatlántico de Charles Lindbergh. El Cuerpo Aéreo que supervisó la producción expresó su satisfacción con el producto final. La respuesta crítica fue igualmente entusiasta y la película fue ampliamente elogiada por su realismo y destreza técnica, a pesar de una trama superficial, "un picnic de aviación", como lo llamó Gene Brown. Las escenas de combate de la película eran tan realistas que un escritor que estudiaba la película a principios de la década de 1970 se preguntaba si Wellman había utilizado imágenes reales de aviones que caían a tierra de la Primera Guerra Mundial. Un crítico observó: "La calidad excepcional de 'Wings' radica en su atractivo como un espectáculo y como una imagen de al menos algunas de las realidades de volar en condiciones de guerra". Otro escribió: "Nada en la línea de las imágenes de guerra ha empaquetado una mayor proporción de emociones reales en un metraje igual. Como espectáculo, 'Wings' es un triunfo técnico. Apila golpe a golpe hasta que el espectador está casi nerviosamente exhausto". Mordaunt Hall de The New York Times elogió la cinematografía de las escenas de vuelo y la dirección y actuación de todo el elenco en su crítica fechada el 13 de agosto de 1927. Hall solo nota dos críticas negativas: una ligera sobre la actuación de Richard Arlen y la final, que describió así: "Como tantas historias de la pantalla, demasiado sentimentales, y hay mucho más de lo que uno quiere".
El 16 de mayo de 1929, la 1.ª ceremonia de entrega de los Premios de la Academia se llevó a cabo en el Hollywood Roosevelt Hotel en Hollywood para honrar los logros cinematográficos sobresalientes de los años 1927 y 1928. 'Wings' fue la primera película en ganar el premio a la mejor película (galardón entonces conocido como «Película sobresaliente»), además de ganar el premio a los mejores efectos de ingeniería para Roy Pomeroy, entregado por única vez esa noche. Sin embargo, se consideró como la ganadora más importante a la película Amanecer, la cual ganó el premio a la «mejor calidad artística de producción». Al año siguiente, la Academia abandonó aquel galardón y decidió retroactivamente que el premio ganado por 'Wings' era el mayor honor que se otorgaría.
[Fuente: Wikipedia]
Primeros Premios Nobel (1901)
Alfred Nobel nació el 21 de octubre de 1833 en Estocolmo, Suecia, en el seno de una familia de ingenieros. Fue químico, ingeniero e inventor. En 1894 compró Bofors, una empresa siderúrgica de hierro y acero que convirtió en un importante fabricante de armamento. Nobel fue una figura conocida por hacer uso de la nitroglicerina como precursora de muchos otros explosivos militares sin humo, especialmente la cordita, y acabaría amasando una fortuna durante su vida gracias a sus 355 inventos, entre los que se encuentra la dinamita, el más famoso.
Nobel escribió varios testamentos en vida; el último poco más de un año antes de morir, que firmó el 27 de noviembre de 1895 en el Club Sueco-Noruego de París. Para sorpresa generalizada, el último testamento de Nobel especificaba que su fortuna debería emplearse en crear una serie de premios para quienes llevasen a cabo "el mayor beneficio a la humanidad" en los campos de la física, la química, la fisiología o medicina, la literatura y la paz. Alfred Nobel legó así el 94 por ciento de sus activos totales, 31 millones de coronas suecas, para establecer los cinco premios. Con el objeto de hacerse cargo de la fortuna y organizar la adjudicación de los galardones, sus albaceas Ragnar Sohlman y Rudolf Lilljequist formaron la Fundación Nobel.
Una vez establecida la Fundación Nobel y sus directrices, los comités del Premio Nobel comenzaron a reunir nominaciones para los premios inaugurales y enviaron una lista de candidatos preliminares a las instituciones que concederían los premios. Originalmente, el Comité Noruego del Nobel designó a figuras prominentes como Jørgen Løvland, Bjørnstjerne Bjørnson y Johannes Steen para dar credibilidad al Premio Nobel de la Paz. Finalmente otorgó el premio a dos destacadas figuras del creciente movimiento por la paz del final del siglo XIX: Frédéric Passy, cofundador de la Unión Interparlamentaria y Henry Dunant, fundador del Comité Internacional de la Cruz Roja.
El comité encargado del Premio Nobel de Física citó el trabajo sobre rayos catódicos de Philipp Lenard y el descubrimiento de los rayos X por parte de Wilhelm Röntgen, quien finalmente fue seleccionado por la Real Academia de las Ciencias. En el caso del Premio Nobel de Química, en las últimas décadas del siglo XIX, los químicos habían hecho muchas contribuciones significantes, por lo que la Academia "se enfrentó principalmente al mero hecho de decidir el orden en el que se debería adjudicar el premio a estos científicos". Recibió 20 nominaciones, 11 de las cuales proponían a Jacobus van 't Hoff, quien recibió finalmente el premio por sus contribuciones a la dinámica química.
La Academia Sueca eligió al poeta Sully Prudhomme para recibir el primer Premio Nobel de Literatura. Un grupo que incluía 42 escritores suecos, artistas y críticos literarios protestaron contra esa decisión, pues esperaban que León Tolstói fuese el laureado. Algunos, incluido el historiador Burton Feldman, han criticado este premio por considerar a Prudhomme un poeta mediocre. La explicación de Feldman es que la mayoría de los miembros de la Academia preferían la literatura victoriana, y que por ese motivo seleccionaron a un poeta victoriano. El premio en Fisiología o Medicina, por su parte, fue para el fisiólogo y microbiólogo Emil Adolf von Behring, quien durante la década de 1890 desarrolló una antitoxina para tratar la difteria, que hasta entonces causaba miles de muertes cada año.
[Fuente: Wikipedia]
Nobel escribió varios testamentos en vida; el último poco más de un año antes de morir, que firmó el 27 de noviembre de 1895 en el Club Sueco-Noruego de París. Para sorpresa generalizada, el último testamento de Nobel especificaba que su fortuna debería emplearse en crear una serie de premios para quienes llevasen a cabo "el mayor beneficio a la humanidad" en los campos de la física, la química, la fisiología o medicina, la literatura y la paz. Alfred Nobel legó así el 94 por ciento de sus activos totales, 31 millones de coronas suecas, para establecer los cinco premios. Con el objeto de hacerse cargo de la fortuna y organizar la adjudicación de los galardones, sus albaceas Ragnar Sohlman y Rudolf Lilljequist formaron la Fundación Nobel.
Una vez establecida la Fundación Nobel y sus directrices, los comités del Premio Nobel comenzaron a reunir nominaciones para los premios inaugurales y enviaron una lista de candidatos preliminares a las instituciones que concederían los premios. Originalmente, el Comité Noruego del Nobel designó a figuras prominentes como Jørgen Løvland, Bjørnstjerne Bjørnson y Johannes Steen para dar credibilidad al Premio Nobel de la Paz. Finalmente otorgó el premio a dos destacadas figuras del creciente movimiento por la paz del final del siglo XIX: Frédéric Passy, cofundador de la Unión Interparlamentaria y Henry Dunant, fundador del Comité Internacional de la Cruz Roja.
El comité encargado del Premio Nobel de Física citó el trabajo sobre rayos catódicos de Philipp Lenard y el descubrimiento de los rayos X por parte de Wilhelm Röntgen, quien finalmente fue seleccionado por la Real Academia de las Ciencias. En el caso del Premio Nobel de Química, en las últimas décadas del siglo XIX, los químicos habían hecho muchas contribuciones significantes, por lo que la Academia "se enfrentó principalmente al mero hecho de decidir el orden en el que se debería adjudicar el premio a estos científicos". Recibió 20 nominaciones, 11 de las cuales proponían a Jacobus van 't Hoff, quien recibió finalmente el premio por sus contribuciones a la dinámica química.
La Academia Sueca eligió al poeta Sully Prudhomme para recibir el primer Premio Nobel de Literatura. Un grupo que incluía 42 escritores suecos, artistas y críticos literarios protestaron contra esa decisión, pues esperaban que León Tolstói fuese el laureado. Algunos, incluido el historiador Burton Feldman, han criticado este premio por considerar a Prudhomme un poeta mediocre. La explicación de Feldman es que la mayoría de los miembros de la Academia preferían la literatura victoriana, y que por ese motivo seleccionaron a un poeta victoriano. El premio en Fisiología o Medicina, por su parte, fue para el fisiólogo y microbiólogo Emil Adolf von Behring, quien durante la década de 1890 desarrolló una antitoxina para tratar la difteria, que hasta entonces causaba miles de muertes cada año.
[Fuente: Wikipedia]
Eileen Collins, primera mujer piloto espacial y primera comandante de un transbordador (1999)
El 20 de julio de 1999, Eileen Collins, se convertía en la primera mujer al mando de un transbordador espacial. Era el logro a toda una carrera rompiendo límites: la única mujer de su promoción, en 1979. Militante del grupo Ninety-Nines, pioneras en la reivindicación de los derechos de las aviadoras: "Nosotras sentimos la misma fascinación que los hombres por el espacio, y cada vez será más fácil porque por fin están cayendo los prejuicios y las barreras".
Eileen Collins (Elmira, USA, 1956) es una coronel retirada y antiguo piloto de pruebas de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) y astronauta de la NASA.
Graduada en el Corning Community College, donde obtuvo un título de asociado en matemáticas en 1976, y en la Universidad de Siracusa, donde se licenció en matemáticas y economía en 1978, Collins fue nombrada oficial de la USAF a través del programa del Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de la Reserva de la Fuerza Aérea de Siracusa. Fue una de las cuatro mujeres elegidas para el entrenamiento de pilotos de pregrado en la base aérea de Vance, Oklahoma.
En 1990, Collins fue seleccionada para ser astronauta piloto del Grupo de Astronautas 13 de la NASA. Voló como piloto del transbordador espacial en 1995, a bordo de la misión STS-63, que supuso un encuentro espacial entre el transbordador espacial Discovery y la estación espacial rusa Mir. En reconocimiento a su logro como primera mujer piloto de un transbordador, recibió el Trofeo Harmon. También fue la piloto de la misión STS-84 en 1997. Se convirtió en la primera mujer en comandar una nave espacial estadounidense con la misión STS-93, lanzada en julio de 1999, que desplegó el Observatorio de Rayos X Chandra.
Un observatorio astronómico -el Observatorio Eileen Collins, gestionado por el Corning Community College- lleva su nombre en su honor, al igual que el bulevar de entrada principal al Aeropuerto Internacional Hancock de Siracusa.
[Fuente: viajes.nationalgeographic.com.es, Wikipedia]
Eileen Collins (Elmira, USA, 1956) es una coronel retirada y antiguo piloto de pruebas de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) y astronauta de la NASA.
Graduada en el Corning Community College, donde obtuvo un título de asociado en matemáticas en 1976, y en la Universidad de Siracusa, donde se licenció en matemáticas y economía en 1978, Collins fue nombrada oficial de la USAF a través del programa del Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de la Reserva de la Fuerza Aérea de Siracusa. Fue una de las cuatro mujeres elegidas para el entrenamiento de pilotos de pregrado en la base aérea de Vance, Oklahoma.
En 1990, Collins fue seleccionada para ser astronauta piloto del Grupo de Astronautas 13 de la NASA. Voló como piloto del transbordador espacial en 1995, a bordo de la misión STS-63, que supuso un encuentro espacial entre el transbordador espacial Discovery y la estación espacial rusa Mir. En reconocimiento a su logro como primera mujer piloto de un transbordador, recibió el Trofeo Harmon. También fue la piloto de la misión STS-84 en 1997. Se convirtió en la primera mujer en comandar una nave espacial estadounidense con la misión STS-93, lanzada en julio de 1999, que desplegó el Observatorio de Rayos X Chandra.
Un observatorio astronómico -el Observatorio Eileen Collins, gestionado por el Corning Community College- lleva su nombre en su honor, al igual que el bulevar de entrada principal al Aeropuerto Internacional Hancock de Siracusa.
[Fuente: viajes.nationalgeographic.com.es, Wikipedia]
Primer álbum de Elvis Presley (1956)
El cantante estadounidense Elvis Presley (Tupelo, USA,1935-Memphis, USA, 1977) masificó el rock & roll al mundo con su versión rockabilly de la primera pista de su álbum debut de 1956 titulada ‘Blue Suede Shoes’. Simple. Un antes y un después a un género que cambiaría la historia de la música comercial.
Su poder maravilloso de vibrante carisma y su presencia escénica la llevó a cada una de sus grabaciones. Elvis Presley cumplió en casi todos los sentidos en su álbum homónimo. Cada pista es su propia versión de canciones populares de blues o country escritas previamente por otros autores. Elvis las transformó en puro rock and roll.
Es necesario situarse en 1956. Las audiencias no conocían el rock & roll, ni las guitarras distorsionadas, ni cabellos largos ni mucho menos estruendosas baterías. Sin embargo, una disquera conocida como RCA Victor comenzó a publicar desde principios de 1956 algunas grabaciones de Presley cantando country clásico y versiones de rhythm and blues en un nuevo estilo, mucho más enérgico.
Cuando el sencillo ‘Heartbreak Hotel’ demostró ser un gran éxito (coescrito por Presley) y le llevó a varias apariciones en televisión, los ejecutivos de grandes sellos como RCA Victor y Sun Records decidieron lanzar el primer álbum de estudio del futuro rey del rock. 12 canciones rápidas y con swing lento integran el álbum, grabado en su totalidad en estudios ubicados entre los estados de Tennessee y Nueva York. En apenas 28 minutos se condensa un álbum muy sólido.
‘I'm Counting on You’, es una balada que invoca a la calma y al llamado del mutuo amor. Un buen cover es ‘Tutti Frutti’, una versión de Little Richard rápida, animada y optimista que realmente rebosa energía. ‘Blue Moon’ es totalmente minimalista, dejando entrever la nobleza de la voz de Elvis Presley. ‘I Got a Woman’, coescrita por el reconocido Ray Charles, deja la puerta abierta a la energía frenética del cantante estadounidense, de apenas 21 años de edad para ese entonces.
Dadas las ventas masivas del disco (que se convirtió en el primer disco de rock en vender un millón de copias), ‘Blue Suede Shoes’ fue el único sencillo de éxito rotundo.
Lo que es más notable del disco es el hecho de que simultáneamente estableció al rock & roll ya no como una simple y caprichosa moda adolescente sino como un movimiento cultural genuino, que traspasó las fronteras estadounidenses. Sobre la portada del disco, no se trató de su típica imagen, sacada de alguna sesión de fotos con elegante traje, gafas de sol y pelo peinado hacia atrás. En la carátula, Elvis se muestra en el potente júbilo de lo que en poco tiempo conoceríamos como rock & roll.
Para finales de 1956 y el lanzamiento de su segundo álbum, el cantante originario del estado de Mississippi era el músico más exitoso de Estados Unidos.
[Fuente: Víctor Vergara, publicado en revistamundodiners.com]
Su poder maravilloso de vibrante carisma y su presencia escénica la llevó a cada una de sus grabaciones. Elvis Presley cumplió en casi todos los sentidos en su álbum homónimo. Cada pista es su propia versión de canciones populares de blues o country escritas previamente por otros autores. Elvis las transformó en puro rock and roll.
Es necesario situarse en 1956. Las audiencias no conocían el rock & roll, ni las guitarras distorsionadas, ni cabellos largos ni mucho menos estruendosas baterías. Sin embargo, una disquera conocida como RCA Victor comenzó a publicar desde principios de 1956 algunas grabaciones de Presley cantando country clásico y versiones de rhythm and blues en un nuevo estilo, mucho más enérgico.
Cuando el sencillo ‘Heartbreak Hotel’ demostró ser un gran éxito (coescrito por Presley) y le llevó a varias apariciones en televisión, los ejecutivos de grandes sellos como RCA Victor y Sun Records decidieron lanzar el primer álbum de estudio del futuro rey del rock. 12 canciones rápidas y con swing lento integran el álbum, grabado en su totalidad en estudios ubicados entre los estados de Tennessee y Nueva York. En apenas 28 minutos se condensa un álbum muy sólido.
‘I'm Counting on You’, es una balada que invoca a la calma y al llamado del mutuo amor. Un buen cover es ‘Tutti Frutti’, una versión de Little Richard rápida, animada y optimista que realmente rebosa energía. ‘Blue Moon’ es totalmente minimalista, dejando entrever la nobleza de la voz de Elvis Presley. ‘I Got a Woman’, coescrita por el reconocido Ray Charles, deja la puerta abierta a la energía frenética del cantante estadounidense, de apenas 21 años de edad para ese entonces.
Dadas las ventas masivas del disco (que se convirtió en el primer disco de rock en vender un millón de copias), ‘Blue Suede Shoes’ fue el único sencillo de éxito rotundo.
Lo que es más notable del disco es el hecho de que simultáneamente estableció al rock & roll ya no como una simple y caprichosa moda adolescente sino como un movimiento cultural genuino, que traspasó las fronteras estadounidenses. Sobre la portada del disco, no se trató de su típica imagen, sacada de alguna sesión de fotos con elegante traje, gafas de sol y pelo peinado hacia atrás. En la carátula, Elvis se muestra en el potente júbilo de lo que en poco tiempo conoceríamos como rock & roll.
Para finales de 1956 y el lanzamiento de su segundo álbum, el cantante originario del estado de Mississippi era el músico más exitoso de Estados Unidos.
[Fuente: Víctor Vergara, publicado en revistamundodiners.com]
Primera vuelta al mundo: Juan Sebastián Elcano (1522)
Entre los grandes mitos de la navegación, encontramos a Fernando de Magallanes (1480-1521). El portugués fue protagonista de grandes gestas en la época, como el descubrimiento del "estrecho de Todos los Santos" (hoy en día estrecho de Magallanes) que les permitió rodear el continente americano al unir los océanos Atlántico y Pacífico. El escorbuto no pudo con él; pero un enfrentamiento con indígenas acabó con su vida, quedando muy cerca de un gran logro: ser el primero en dar la vuelta al mundo, la proeza correspondió a Juan Sebastián Elcano.
Juan Sebastián Elcano (Guetaria, España, hacia 1486-Océano Pacífico, 1526) fue un marino español que dio la primera vuelta al mundo conocida.
En 1519 se alistó en una expedición a las islas de las Especias de cinco naos bajo el mando de Fernando de Magallanes. Navegaron hacia el oeste, pasando por Sudamérica. Magallanes murió en 1521 en una batalla en Filipinas. Elcano quedó como capitán de la nao Victoria, que fue la única nao que completó la vuelta al mundo navegando hacia el oeste cuando en 1522 llegó a San Lúcar de Barameda bajo el reinado de Carlos I.
En 1525 zarpó de nuevo en otra expedición a las islas de las Especias, dirigida por García Jofre de Loaísa, como capitán de la nao Santi Spiritus y piloto mayor de la expedición, muriendo en el océano Pacífico en 1526.
[Fuente: viajes.nationalgeographic.com.es, Wikipedia]
Juan Sebastián Elcano (Guetaria, España, hacia 1486-Océano Pacífico, 1526) fue un marino español que dio la primera vuelta al mundo conocida.
En 1519 se alistó en una expedición a las islas de las Especias de cinco naos bajo el mando de Fernando de Magallanes. Navegaron hacia el oeste, pasando por Sudamérica. Magallanes murió en 1521 en una batalla en Filipinas. Elcano quedó como capitán de la nao Victoria, que fue la única nao que completó la vuelta al mundo navegando hacia el oeste cuando en 1522 llegó a San Lúcar de Barameda bajo el reinado de Carlos I.
En 1525 zarpó de nuevo en otra expedición a las islas de las Especias, dirigida por García Jofre de Loaísa, como capitán de la nao Santi Spiritus y piloto mayor de la expedición, muriendo en el océano Pacífico en 1526.
[Fuente: viajes.nationalgeographic.com.es, Wikipedia]
El primer microondas, un invento de Percy Spencer (1945)
Al igual que otros inventos, el horno microondas surge de la buena fortuna de que le ocurriera un hecho fortuito a una persona con la capacidad y el talento suficiente como para entender lo que estaba pasando, y conseguir desarrollar una aplicación práctica a través de dicho fenómeno.
historia del microondas.
La persona a la que nos referimos es al doctor Percy Spencer (Howland, USA, 1894-Newton, USA, 1970), ingeniero de la Raytheon Corporation, que en 1945 estaba probando un tubo al vacío conocido como magnetrón, estando realizando dichos ensayos, Percy llevaba una barrita de chocolate en el bolsillo que se derritió. Eso le hizo pensar que aquello pudo haber ocurrido debido a las ondas emitidas por el magnetrón, el doctor Spencer comenzó a realizar algunas pruebas. Primero colocó semillas de maíz cerca del tubo para ver si era capaz de hacer palomitas con las ondas emitidas por el magnetrón, el maíz se coció y se hinchó. Posteriormente colocó un huevo cerca del tubo que terminó explotando por el aumento de la temperatura y la presión en el interior del huevo. Dichos experimentos continuaron con otros alimentos con resultados satisfactorios.
Cuando una vez tuvo claro el doctor Spencer que con las ondas emitidas por el magnetrón podía calentar y cocinar alimentos, procedió a fabricar un prototipo, diseñando una caja metálica que confinaba la radiación de microondas con una abertura por la que podría penetrar la radiación del magnetrón. . . Al disponer de paredes metálicas, la energía del campo electromagnético no se difundía, sino que se concentraba en su interior. Dentro de la caja metálica cuando se introducía un alimento, su temperatura aumentaba. La Raytheon Company dedicó un grupo de ingenieros a perfeccionar y mejorar el prototipo del doctor Spencer, llegando a finales de 1946 a solicitar una patente para utilizar las microondas en la preparación de alimentos.
El primer microondas de pruebas antes de su comercialización, fue instalado en un restaurante de Boston. Finalmente en 1947 salió al mercado el primer horno microondas, como hemos comentado al principio del artículo, estas primeras unidades tenían unas dimensiones muy aparatosas 1,60m y 80 kg de peso y un precio de 5.000 dólares, lo que hizo que no fuera fácil su Introducción al gran público. Además el magnetrón era refrigerado por agua, por lo que hacía falta disponer de un circuito especial.
El gran salto pudo darse cuando se desarrolló un nuevo magnetrón refrigerado por aire, permitiendo desarrollar microondas más económicos y de unas medidas más razonables. Fue en este punto donde los negocios de comida rápida comenzaron a intrudocirlos en sus cocinas, la industria alimentaria descubrió su potencial para diferentes usos, descogenlar comidas, deshidratar verduras, pasteurizar leche, etc. Otras industrias también los emplearon como por ejemplo para el secado del corcho, tabaco, papel, etc.
A nivel doméstico comenzó a emplearse en los años setenta, cuando se desvanecieron los miedos respecto a su uso en Estados Unidos (nadie se quedó ciego, ni se envenenaban por sus radiaciones… todos esos mitos iban quedando atrás). En 1971 menos del 1 % de las familias estadounidenses de microondas, en 1978 se alcanzaron la cifra del 13 %, llegando al 25 % en 1986.
El microondas continuó evolucionando incorporando sensores, temporizadores y resistencias eléctricas para gratinar. Convirtiéndose a día de hoy en un electrodoméstico habitual en todas las viviendas.
[Fuente:recursosdeingenieria.com]
La persona a la que nos referimos es al doctor Percy Spencer (Howland, USA, 1894-Newton, USA, 1970), ingeniero de la Raytheon Corporation, que en 1945 estaba probando un tubo al vacío conocido como magnetrón, estando realizando dichos ensayos, Percy llevaba una barrita de chocolate en el bolsillo que se derritió. Eso le hizo pensar que aquello pudo haber ocurrido debido a las ondas emitidas por el magnetrón, el doctor Spencer comenzó a realizar algunas pruebas. Primero colocó semillas de maíz cerca del tubo para ver si era capaz de hacer palomitas con las ondas emitidas por el magnetrón, el maíz se coció y se hinchó. Posteriormente colocó un huevo cerca del tubo que terminó explotando por el aumento de la temperatura y la presión en el interior del huevo. Dichos experimentos continuaron con otros alimentos con resultados satisfactorios.
Cuando una vez tuvo claro el doctor Spencer que con las ondas emitidas por el magnetrón podía calentar y cocinar alimentos, procedió a fabricar un prototipo, diseñando una caja metálica que confinaba la radiación de microondas con una abertura por la que podría penetrar la radiación del magnetrón. . . Al disponer de paredes metálicas, la energía del campo electromagnético no se difundía, sino que se concentraba en su interior. Dentro de la caja metálica cuando se introducía un alimento, su temperatura aumentaba. La Raytheon Company dedicó un grupo de ingenieros a perfeccionar y mejorar el prototipo del doctor Spencer, llegando a finales de 1946 a solicitar una patente para utilizar las microondas en la preparación de alimentos.
El primer microondas de pruebas antes de su comercialización, fue instalado en un restaurante de Boston. Finalmente en 1947 salió al mercado el primer horno microondas, como hemos comentado al principio del artículo, estas primeras unidades tenían unas dimensiones muy aparatosas 1,60m y 80 kg de peso y un precio de 5.000 dólares, lo que hizo que no fuera fácil su Introducción al gran público. Además el magnetrón era refrigerado por agua, por lo que hacía falta disponer de un circuito especial.
El gran salto pudo darse cuando se desarrolló un nuevo magnetrón refrigerado por aire, permitiendo desarrollar microondas más económicos y de unas medidas más razonables. Fue en este punto donde los negocios de comida rápida comenzaron a intrudocirlos en sus cocinas, la industria alimentaria descubrió su potencial para diferentes usos, descogenlar comidas, deshidratar verduras, pasteurizar leche, etc. Otras industrias también los emplearon como por ejemplo para el secado del corcho, tabaco, papel, etc.
A nivel doméstico comenzó a emplearse en los años setenta, cuando se desvanecieron los miedos respecto a su uso en Estados Unidos (nadie se quedó ciego, ni se envenenaban por sus radiaciones… todos esos mitos iban quedando atrás). En 1971 menos del 1 % de las familias estadounidenses de microondas, en 1978 se alcanzaron la cifra del 13 %, llegando al 25 % en 1986.
El microondas continuó evolucionando incorporando sensores, temporizadores y resistencias eléctricas para gratinar. Convirtiéndose a día de hoy en un electrodoméstico habitual en todas las viviendas.
[Fuente:recursosdeingenieria.com]
'Historiae', primera descripción del mundo antiguo, una obra de Heródoto (430 a.C.)
Heródoto de Halicarnaso (Halicarnaso, 484 a.C.-Turios, 425 a.C.), el padre de la historiografía, fue un gran viajero. Gracias a sus múltiples viajes logró escribir su 'Historiae', considerado la primera descripción del mundo antiguo. El griego dejó escrito: "para que el tiempo no abata el recuerdo de las acciones humanas y que las grandes empresas acometidas, ya sea por los griegos, ya por los bárbaros, no caigan en olvido".
Las 'Historiae' o 'Nueve libros de historia' son consideradas una fuente importante por los historiadores por ser la primera descripción del mundo antiguo a gran escala y una de las primeras en prosa griega.
El conjunto fue dividido en nueve libros por su editor alejandrino del siglo III o II a. C., uno por cada musa: Clío, Euterpe, Talía, Melpómene, Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania y Calíope. En ellos narra con precisión las Guerras Médicas entre Grecia y Persia a principios del siglo V a.C., con especial énfasis en aspectos curiosos de los pueblos y personajes de unos y otros, al tiempo que describe la historia, etnografía y geografía de su tiempo. Entre los poetas cita a Homero, Museo, Bacis, Olén, Aristeas, Arquíloco, Esopo, Solón, Alceo, Safo, Laso, Simónides de Ceos, Frínico, Esquilo, Píndaro y Anacreonte. Heródoto compuso su obra en dialecto jónico con algunos aticismos.
Su sucesor, Tucídides, será quien excluya todo aspecto religioso y busque una explicación puramente racional, basada en la relación causa-efecto. Analiza los acontecimientos históricos intentando entender las causas o razones (aitiai) que los han causado, con un examen riguroso de las fuentes más allá del mero acopio de todo tipo de tradiciones. Tucídides sustituyó el tratamiento anecdótico y cuasinovelesco del pasado por el análisis metódico del presente.
[Fuente: viajes.nationalgeographic.com.es, Wikipedia]
Las 'Historiae' o 'Nueve libros de historia' son consideradas una fuente importante por los historiadores por ser la primera descripción del mundo antiguo a gran escala y una de las primeras en prosa griega.
El conjunto fue dividido en nueve libros por su editor alejandrino del siglo III o II a. C., uno por cada musa: Clío, Euterpe, Talía, Melpómene, Terpsícore, Erato, Polimnia, Urania y Calíope. En ellos narra con precisión las Guerras Médicas entre Grecia y Persia a principios del siglo V a.C., con especial énfasis en aspectos curiosos de los pueblos y personajes de unos y otros, al tiempo que describe la historia, etnografía y geografía de su tiempo. Entre los poetas cita a Homero, Museo, Bacis, Olén, Aristeas, Arquíloco, Esopo, Solón, Alceo, Safo, Laso, Simónides de Ceos, Frínico, Esquilo, Píndaro y Anacreonte. Heródoto compuso su obra en dialecto jónico con algunos aticismos.
Su sucesor, Tucídides, será quien excluya todo aspecto religioso y busque una explicación puramente racional, basada en la relación causa-efecto. Analiza los acontecimientos históricos intentando entender las causas o razones (aitiai) que los han causado, con un examen riguroso de las fuentes más allá del mero acopio de todo tipo de tradiciones. Tucídides sustituyó el tratamiento anecdótico y cuasinovelesco del pasado por el análisis metódico del presente.
[Fuente: viajes.nationalgeographic.com.es, Wikipedia]
Primer ejecutado en la silla eléctrica, William Kemmler (1890)
William Francis Kemmler (1860, Philadelphia, USA-1890, Auburn, USA) fue un vendedor ambulante de verduras en los barrios bajos de Búfalo (Nueva York) condenado por asesinato, siendo la primera persona de la historia ejecutada en la silla eléctrica.
El 29 de marzo de 1889, Kemmler, hijo de inmigrantes alemanes alcohólicos y él mismo también conocido alcohólico, asesinó a su amante Tillie Ziegler con un hacha pequeña. Fue sentenciado a ser ejecutado el 6 de agosto de 1890, a las 6:00 AM. Sus abogados apelaron, argumentando que la electrocución era un castigo cruel e insólito; George Westinghouse, uno de los partidarios de la corriente alterna como estándar en la distribución de electricidad, apoyó su petición. Sin embargo, la petición falló, en parte debido al apoyo de Thomas Edison con la posición del estado (Edison era partidario de la corriente continua, y utilizó la ejecución mediante silla eléctrica como publicidad para que la gente se convenciera de que la corriente alterna era peligrosa).
Los detalles prácticos de la silla fueron ultimados por el primer electricista estatal, Edwin Davis.
Después de vestirse rápidamente, desayunar y orar, Kemmler entró a la sala a las 6:38 y fue presentado a los diecisiete testigos. Miró la silla y les dijo: "Caballeros, les deseo buena suerte. Creo que voy a un buen lugar y estoy listo para partir". Según los presentes, mantuvo la compostura, no lloró, suplicó ni opuso resistencia alguna. Fue atado a la silla, su rostro cubierto y el sistema metálico colocado sobre su coronilla afeitada. Le dijo al guardián que lo preparó: "Tómatelo con calma y hazlo correctamente, no tengo prisa". El guardián se retiró contestándole: "Adiós, William".
La primera tentativa de ejecución fracasó: Kemmler tuvo sobresaltos durante 17 segundos, pero permaneció vivo. El voltaje fue aumentado a 2 000 voltios, pero el generador necesitaba tiempo para cargarse de nuevo. Durante este intervalo, se oyó gemir a Kemmler, mal quemado. La segunda tentativa duró más de un minuto y la escena fue descrita por muchos de los presentes como espantosa, con un fuerte olor a carne quemada y humo emanando de la cabeza de Kemmler. Westinghouse más tarde comentó: "Mejor si hubieran usado un hacha". Un reportero que lo atestiguó también dijo: "Era un espectáculo horrible, mucho peor que el ahorcamiento".
[Fuente: Wikipedia]
El 29 de marzo de 1889, Kemmler, hijo de inmigrantes alemanes alcohólicos y él mismo también conocido alcohólico, asesinó a su amante Tillie Ziegler con un hacha pequeña. Fue sentenciado a ser ejecutado el 6 de agosto de 1890, a las 6:00 AM. Sus abogados apelaron, argumentando que la electrocución era un castigo cruel e insólito; George Westinghouse, uno de los partidarios de la corriente alterna como estándar en la distribución de electricidad, apoyó su petición. Sin embargo, la petición falló, en parte debido al apoyo de Thomas Edison con la posición del estado (Edison era partidario de la corriente continua, y utilizó la ejecución mediante silla eléctrica como publicidad para que la gente se convenciera de que la corriente alterna era peligrosa).
Los detalles prácticos de la silla fueron ultimados por el primer electricista estatal, Edwin Davis.
Después de vestirse rápidamente, desayunar y orar, Kemmler entró a la sala a las 6:38 y fue presentado a los diecisiete testigos. Miró la silla y les dijo: "Caballeros, les deseo buena suerte. Creo que voy a un buen lugar y estoy listo para partir". Según los presentes, mantuvo la compostura, no lloró, suplicó ni opuso resistencia alguna. Fue atado a la silla, su rostro cubierto y el sistema metálico colocado sobre su coronilla afeitada. Le dijo al guardián que lo preparó: "Tómatelo con calma y hazlo correctamente, no tengo prisa". El guardián se retiró contestándole: "Adiós, William".
La primera tentativa de ejecución fracasó: Kemmler tuvo sobresaltos durante 17 segundos, pero permaneció vivo. El voltaje fue aumentado a 2 000 voltios, pero el generador necesitaba tiempo para cargarse de nuevo. Durante este intervalo, se oyó gemir a Kemmler, mal quemado. La segunda tentativa duró más de un minuto y la escena fue descrita por muchos de los presentes como espantosa, con un fuerte olor a carne quemada y humo emanando de la cabeza de Kemmler. Westinghouse más tarde comentó: "Mejor si hubieran usado un hacha". Un reportero que lo atestiguó también dijo: "Era un espectáculo horrible, mucho peor que el ahorcamiento".
[Fuente: Wikipedia]
'El Sutra del diamante', el primer libro impreso (868)
Se ha extendido cierto consenso que toma a la Biblia de Gutenberg como el primer libro impreso de la historia, pero no es una afirmación del todo cierta. Se trata de un error de concepto. La historia del libro ha tenido diversos personajes, métodos e inventos destacados en uno de los procesos más importantes para el ser humano y nuestra capacidad de comunicación e intercambio de conocimiento. Gutenberg es, sin duda, uno de los protagonistas, pero él solo inventó (o perfeccionó) un tipo de imprenta. Hubo métodos precedentes y, por tanto, el primer libro impreso de la historia se publicó décadas antes que la Biblia de Gutenberg.
Si estás leyendo esto, apostaría que te gustan los libros con total garantía de ganar. Es el objeto predilecto de los lectores y, como ocurre con casi todas las pasiones humanas, el libro también tiene una historia fascinante. De entrada, cabe destacar que es un objeto que ha sufrido pocos cambios a pesar de sus casi 3000 años de historia, pues en todo este tiempo solo se ha cambiado dos veces de formato (del rollo al códice y ahora el libro electrónico). Somos bastante conservadores a la hora de modificar algo que lleva siglos funcionando bien.
Hay quien afirma que el primer libro de la historia sería el Poema de Gilgamesh, una obra épica de la antigua Babilonia que data de entre el 2000 y el 1500 a. C. Esto supondría retrasar el origen del libro al nacimiento de la propia escritura, pero tampoco es correcto técnicamente. Las tablillas de arcilla en las que se marcaron las primeras palabras de la humanidad, en escritura cuneiforme, son el precedente de los libros. Por tanto, el Poema de Gilgamesh sería la primera historia, la primera narración que conocemos, pero no el primer libro.
Los primeros libros vieron la luz hace unos 2700 años, en el siglo VI a. C. Los filósofos griegos de Asia Menor pudieron ser los primeros en tener en sus manos una herramienta que nunca más faltaría al lado del ser humano. Nos referimos a los rollos de papiro, el soporte que empezó a recoger todas las historias y poemas que se transmitían oralmente hasta entonces. Desgraciadamente, no conocemos cuál fue el primer libro escrito en estos rollos, de los que hemos heredado el término “volumen”, que viene del verbo en latín “volvo” o “volvere”: dar vueltas, revolver, tal y como se hacía con los papiros enrollados para formar volúmenes.
Una herramienta con el potencial de retener a la vista lo que antes solo podía transmitirse desde la memoria y a través del habla no pudo más que expandirse a todos los rincones del Viejo Mundo. Sin embargo, pasarían muchos siglos hasta que los libros dejaran de escribirse a mano.
Con el descubrimiento del pergamino como soporte para escribir, los libros cambiaron del formato rollo al formato códice, el mismo que siguen teniendo hoy día en nuestras estanterías. Los copistas medievales desde el scriptorium de los monasterios se encargaron de conservar y difundir la literatura del mundo occidental.
Una de las grandes revoluciones de la historia de la humanidad llegó a mediados del siglo XV: Johannes Gutenberg inventó la imprenta. Claro que aquí es donde debemos realizar los matices que anticipamos al inicio del artículo, pues el inventor de Maguncia puso a funcionar por primera vez la imprenta de tipos móviles. La técnica de impresión como tal venía utilizándose para hacer libros desde muchos antes, solo que con métodos menos avanzados que el de Gutenberg.
Anclados en el resistente eurocentrismo al que tiende nuestro relato del pasado, solemos olvidar que en Oriente fueron pioneros en muchos aspectos. Las innovaciones para publicar libros más rápido es uno de ellos.
Aunque hayamos tomado el término “imprenta” para referirnos a la de Gutenberg cuando hablamos de historia, la realidad es que todo aquello que se hiciera mediante impresión forma parte de esta técnica. Es decir, en el antiguo Egipto y el Próximo Oriente se usaron cilindros sellos, una especie de rodillo tallado con figuras que, al hacerlo correr sobre arcilla, dejaba impreso un relieve con distintos motivos. Las monedas acuñadas por los romanos también son un ejemplo de impresión.
En lo que se refiere a la reproducción de la escritura, los primeros libros impresos se hicieron por xilografía. Esta técnica consistía en tallar la página que se quería reproducir en una plancha de madera. Esta matriz se entintaba y se imprimía sobre tela o papel. De esta manera, se tallaban textos en matrices de madera que podían copiarse varias veces y así sacar páginas a una velocidad inalcanzable para una persona que copiaba a mano.
En el siglo XIV empezó a utilizarse la xilografía en Occidente, venida desde Oriente, donde, como decimos, iban un paso por delante en estos aspectos. De hecho, el arqueólogo Marc Aurel Stein encontró una obra llamativa entre los manuscritos de Dunhuang hallados en China. Resultó ser un documento realizado mediante esta técnica de impresión y databa del noveno año de la era Xiantong de la dinastía Tang, es decir, del 868 d. C. Se trataba del Sutra del diamante, el primer libro impreso de la historia que conozcamos hasta la fecha.
La xilografía fue una solución a un aumento de la demanda de libros. Claro que tuvo un éxito limitado, pues la madera es un material débil que se deteriora rápido con el uso para impresiones y, además, requería de mucha maestría tallar en madera párrafos anteros. Es por ello que la xilografía se utilizó sobre todo para textos breves y resultó un gran medio para reproducir imágenes. De hecho, la técnica convivió muchos años con la imprenta de Gutenberg para añadir estampados que decoraran los libros con motivos o imágenes que ilustran el contenido.
Los puntos débiles de la xilografía se intentaron paliar con la calcografía: misma técnica, pero con una matriz de cobre. Este material era más resistente y permitía realizar relieves más detallados con resultados muy similares a los dibujos hechos a mano. Se logró una mayor calidad artística, pero a un precio más alto de producción, no solo por el precio del cobre, mayor que el de la madera, sino porque la matriz se tallaba en relieve negativo, por lo que era necesario el uso de una prensa para que el papel a imprimir se introdujera en los huecos de la plancha tallada. Dada la novedad técnica, los artesanos ejercían demasiada presión y muchas veces se rompía el papel, un material también caro en la época que se seguía fabricando de manera artesanal.
Por estos inconvenientes, la calcografía apenas se utilizó para imprimir texto y quedó como impronta para reproducir imágenes.
La técnica que revolucionó el mundo del libro fue la tipografía. Un método que requería mayor inversión aún, pero permitía los mejores y más rápidos resultados. La gran novedad estuvo en los tipos móviles: un tipo es una reproducción de un signo (una letra, un número, un signo de puntuación) en un trozo de metal que puede combinarse con otros tipos formando palabras, frases y páginas enteras. Una vez compuesto el texto en una matriz, se entintaba y podían sacarse cuantas copias se quisiera de la misma página de manera instantánea. Este fue el invento revolucionario de Gutenberg.
Claro que ya se utilizó antes en Oriente con tipos móviles de arcilla y, a partir del siglo XIV, también de metal. La diferencia con Europa es que no tenemos localizado a un único inventor oriental, tal y como aquí solemos adjudicar a Gutenberg, aunque no faltan teorías que comparten este invento con otros personajes occidentales.
Con la imprenta tipográfica se publicaron en China documentos gubernamentales y moneda en primera instancia. Y, aunque seguro que existieron casos anteriores, conocemos el Jikji, una antología de enseñanzas budistas impresa en 1377 en Corea, es decir, 78 años antes que el primer ejemplar de Gutenberg. Este texto, también religioso, es el libro más antiguo impreso con tipos móviles metálicos.
Desconocemos si Gutenberg sabía de la existencia de esta técnica oriental, pero a él adjudicamos la perfección de la imprenta en Occidente y, desde luego, la difusión de los textos que salieron de su taller.
Durante un tiempo se pensó que Gutenberg ensayó con su método imprimiendo en primer lugar el Misal de Constanza y, por tanto, sería éste el primer libro impreso en Europa con tipos móviles. Pero estudios posteriores dataron estas copias con posterioridad al año 1473.
El primer libro impreso por Gutenberg fue la Biblia, en 1454, también conocida como la Biblia de las 42 líneas, pues el texto discurría en dos filas de 42 líneas en cada página. Era una edición de la Vulgata, la traducción de la Biblia al latín. Es el incunable más famoso, existen 48 ejemplares en el mundo y solo 21 de ellos conservados con el texto al completo. En España tenemos dos: en la Universidad de Sevilla se conserva solo el Nuevo Testamento y hay una edición completa en la Biblioteca Pública Provincial de Burgos.
El Sutra del diamante
El 11 de mayo del año 868, hace “solamente” 1.145 años, el ciudadano chino Wang Jie autorizó la impresión y distribución de El Sutra del diamante, el libro impreso más antiguo que todavía se conserva, y que se publicó unos 600 años antes que la Biblia de Gutenberg.
La fecha figura al final del rollo en una nota que dice «Hecho reverencialmente para distribución gratuita universal por Wang Jie en representación de sus dos padres» y a continuación aparece una fecha del calendario chino: 11 de mayo de 868. En el siglo XX, el arqueólogo y linguista Aurel Stein (1862-1943) descubrió una copia de El Sutra del diamante entre los manuscritos de Dunhuang (en China). Se trataba del texto impreso más antiguo conocido.
Este pergamino de unos cinco metros de largo, había permanecido oculto junto a otros 40.000 libros y manuscritos en las cuevas de Mogao –“las de los Mil Budas”- cercanas a Dunhuang, una ciudad importante en la antigua Ruta de la Seda. Hasta la Edad Moderna y desde la prehistoria, esta ruta formó una red comercial que llegó a comunicar en aquel tiempo el gran Imperio chino con el Imperio romano.
[Fuente: muyinteresante.com, marcosplanet.blog]
Si estás leyendo esto, apostaría que te gustan los libros con total garantía de ganar. Es el objeto predilecto de los lectores y, como ocurre con casi todas las pasiones humanas, el libro también tiene una historia fascinante. De entrada, cabe destacar que es un objeto que ha sufrido pocos cambios a pesar de sus casi 3000 años de historia, pues en todo este tiempo solo se ha cambiado dos veces de formato (del rollo al códice y ahora el libro electrónico). Somos bastante conservadores a la hora de modificar algo que lleva siglos funcionando bien.
Hay quien afirma que el primer libro de la historia sería el Poema de Gilgamesh, una obra épica de la antigua Babilonia que data de entre el 2000 y el 1500 a. C. Esto supondría retrasar el origen del libro al nacimiento de la propia escritura, pero tampoco es correcto técnicamente. Las tablillas de arcilla en las que se marcaron las primeras palabras de la humanidad, en escritura cuneiforme, son el precedente de los libros. Por tanto, el Poema de Gilgamesh sería la primera historia, la primera narración que conocemos, pero no el primer libro.
Los primeros libros vieron la luz hace unos 2700 años, en el siglo VI a. C. Los filósofos griegos de Asia Menor pudieron ser los primeros en tener en sus manos una herramienta que nunca más faltaría al lado del ser humano. Nos referimos a los rollos de papiro, el soporte que empezó a recoger todas las historias y poemas que se transmitían oralmente hasta entonces. Desgraciadamente, no conocemos cuál fue el primer libro escrito en estos rollos, de los que hemos heredado el término “volumen”, que viene del verbo en latín “volvo” o “volvere”: dar vueltas, revolver, tal y como se hacía con los papiros enrollados para formar volúmenes.
Una herramienta con el potencial de retener a la vista lo que antes solo podía transmitirse desde la memoria y a través del habla no pudo más que expandirse a todos los rincones del Viejo Mundo. Sin embargo, pasarían muchos siglos hasta que los libros dejaran de escribirse a mano.
Con el descubrimiento del pergamino como soporte para escribir, los libros cambiaron del formato rollo al formato códice, el mismo que siguen teniendo hoy día en nuestras estanterías. Los copistas medievales desde el scriptorium de los monasterios se encargaron de conservar y difundir la literatura del mundo occidental.
Una de las grandes revoluciones de la historia de la humanidad llegó a mediados del siglo XV: Johannes Gutenberg inventó la imprenta. Claro que aquí es donde debemos realizar los matices que anticipamos al inicio del artículo, pues el inventor de Maguncia puso a funcionar por primera vez la imprenta de tipos móviles. La técnica de impresión como tal venía utilizándose para hacer libros desde muchos antes, solo que con métodos menos avanzados que el de Gutenberg.
Anclados en el resistente eurocentrismo al que tiende nuestro relato del pasado, solemos olvidar que en Oriente fueron pioneros en muchos aspectos. Las innovaciones para publicar libros más rápido es uno de ellos.
Aunque hayamos tomado el término “imprenta” para referirnos a la de Gutenberg cuando hablamos de historia, la realidad es que todo aquello que se hiciera mediante impresión forma parte de esta técnica. Es decir, en el antiguo Egipto y el Próximo Oriente se usaron cilindros sellos, una especie de rodillo tallado con figuras que, al hacerlo correr sobre arcilla, dejaba impreso un relieve con distintos motivos. Las monedas acuñadas por los romanos también son un ejemplo de impresión.
En lo que se refiere a la reproducción de la escritura, los primeros libros impresos se hicieron por xilografía. Esta técnica consistía en tallar la página que se quería reproducir en una plancha de madera. Esta matriz se entintaba y se imprimía sobre tela o papel. De esta manera, se tallaban textos en matrices de madera que podían copiarse varias veces y así sacar páginas a una velocidad inalcanzable para una persona que copiaba a mano.
En el siglo XIV empezó a utilizarse la xilografía en Occidente, venida desde Oriente, donde, como decimos, iban un paso por delante en estos aspectos. De hecho, el arqueólogo Marc Aurel Stein encontró una obra llamativa entre los manuscritos de Dunhuang hallados en China. Resultó ser un documento realizado mediante esta técnica de impresión y databa del noveno año de la era Xiantong de la dinastía Tang, es decir, del 868 d. C. Se trataba del Sutra del diamante, el primer libro impreso de la historia que conozcamos hasta la fecha.
La xilografía fue una solución a un aumento de la demanda de libros. Claro que tuvo un éxito limitado, pues la madera es un material débil que se deteriora rápido con el uso para impresiones y, además, requería de mucha maestría tallar en madera párrafos anteros. Es por ello que la xilografía se utilizó sobre todo para textos breves y resultó un gran medio para reproducir imágenes. De hecho, la técnica convivió muchos años con la imprenta de Gutenberg para añadir estampados que decoraran los libros con motivos o imágenes que ilustran el contenido.
Los puntos débiles de la xilografía se intentaron paliar con la calcografía: misma técnica, pero con una matriz de cobre. Este material era más resistente y permitía realizar relieves más detallados con resultados muy similares a los dibujos hechos a mano. Se logró una mayor calidad artística, pero a un precio más alto de producción, no solo por el precio del cobre, mayor que el de la madera, sino porque la matriz se tallaba en relieve negativo, por lo que era necesario el uso de una prensa para que el papel a imprimir se introdujera en los huecos de la plancha tallada. Dada la novedad técnica, los artesanos ejercían demasiada presión y muchas veces se rompía el papel, un material también caro en la época que se seguía fabricando de manera artesanal.
Por estos inconvenientes, la calcografía apenas se utilizó para imprimir texto y quedó como impronta para reproducir imágenes.
La técnica que revolucionó el mundo del libro fue la tipografía. Un método que requería mayor inversión aún, pero permitía los mejores y más rápidos resultados. La gran novedad estuvo en los tipos móviles: un tipo es una reproducción de un signo (una letra, un número, un signo de puntuación) en un trozo de metal que puede combinarse con otros tipos formando palabras, frases y páginas enteras. Una vez compuesto el texto en una matriz, se entintaba y podían sacarse cuantas copias se quisiera de la misma página de manera instantánea. Este fue el invento revolucionario de Gutenberg.
Claro que ya se utilizó antes en Oriente con tipos móviles de arcilla y, a partir del siglo XIV, también de metal. La diferencia con Europa es que no tenemos localizado a un único inventor oriental, tal y como aquí solemos adjudicar a Gutenberg, aunque no faltan teorías que comparten este invento con otros personajes occidentales.
Con la imprenta tipográfica se publicaron en China documentos gubernamentales y moneda en primera instancia. Y, aunque seguro que existieron casos anteriores, conocemos el Jikji, una antología de enseñanzas budistas impresa en 1377 en Corea, es decir, 78 años antes que el primer ejemplar de Gutenberg. Este texto, también religioso, es el libro más antiguo impreso con tipos móviles metálicos.
Desconocemos si Gutenberg sabía de la existencia de esta técnica oriental, pero a él adjudicamos la perfección de la imprenta en Occidente y, desde luego, la difusión de los textos que salieron de su taller.
Durante un tiempo se pensó que Gutenberg ensayó con su método imprimiendo en primer lugar el Misal de Constanza y, por tanto, sería éste el primer libro impreso en Europa con tipos móviles. Pero estudios posteriores dataron estas copias con posterioridad al año 1473.
El primer libro impreso por Gutenberg fue la Biblia, en 1454, también conocida como la Biblia de las 42 líneas, pues el texto discurría en dos filas de 42 líneas en cada página. Era una edición de la Vulgata, la traducción de la Biblia al latín. Es el incunable más famoso, existen 48 ejemplares en el mundo y solo 21 de ellos conservados con el texto al completo. En España tenemos dos: en la Universidad de Sevilla se conserva solo el Nuevo Testamento y hay una edición completa en la Biblioteca Pública Provincial de Burgos.
El Sutra del diamante
El 11 de mayo del año 868, hace “solamente” 1.145 años, el ciudadano chino Wang Jie autorizó la impresión y distribución de El Sutra del diamante, el libro impreso más antiguo que todavía se conserva, y que se publicó unos 600 años antes que la Biblia de Gutenberg.
La fecha figura al final del rollo en una nota que dice «Hecho reverencialmente para distribución gratuita universal por Wang Jie en representación de sus dos padres» y a continuación aparece una fecha del calendario chino: 11 de mayo de 868. En el siglo XX, el arqueólogo y linguista Aurel Stein (1862-1943) descubrió una copia de El Sutra del diamante entre los manuscritos de Dunhuang (en China). Se trataba del texto impreso más antiguo conocido.
Este pergamino de unos cinco metros de largo, había permanecido oculto junto a otros 40.000 libros y manuscritos en las cuevas de Mogao –“las de los Mil Budas”- cercanas a Dunhuang, una ciudad importante en la antigua Ruta de la Seda. Hasta la Edad Moderna y desde la prehistoria, esta ruta formó una red comercial que llegó a comunicar en aquel tiempo el gran Imperio chino con el Imperio romano.
[Fuente: muyinteresante.com, marcosplanet.blog]
Primer campeón del mundo oficial de los pesos pesados de Boxeo (1882)
John Lawrence Sullivan (Roxbury, USA, 1888-Abington, USA, 1918), más conocido como "The Boston Strong Boy", fue un boxeador estadounidense, el último de los campeones de los pesos pesados, después de John Gelhorn, con manos desnudas y el primero de los campeones con guantes del 7 de febrero de 1882 a 1892, y es generalmente reconocido como el último campeón de peso pesado de boxeo a puño limpio en el London Prize Ring Rules.
Debido a que se trata de una categoría sin límite de peso, históricamente las condiciones para pelear en la misma han estado descritas de manera vaga. Por ejemplo, en el siglo XIX, muchos campeones de peso pesado no superaban los 77 kg (170 lb), mientras que otros superaban la 91 kg (200 lb) que hoy establece su mínimo.
Entre los primeros campeones de peso completo se encuentran Tom Molineaux, quien estaba sometido como esclavo, Jack Slack, Jem Belcher, Ben Caunt y Jem Mace. El primer campeón de peso pesado bajo las Reglas del marqués de Queensberry fue John L. Sullivan. Fue vencido por Jim Corbett el 7 de septiembre de 1892, en 21 asaltos.
Además está considerado como el primer héroe deportivo estadounidense en convertirse en una celebridad nacional y el primer atleta estadounidense en ganar más de un millón de dólares.
[Fuente: Wikipedia]
Debido a que se trata de una categoría sin límite de peso, históricamente las condiciones para pelear en la misma han estado descritas de manera vaga. Por ejemplo, en el siglo XIX, muchos campeones de peso pesado no superaban los 77 kg (170 lb), mientras que otros superaban la 91 kg (200 lb) que hoy establece su mínimo.
Entre los primeros campeones de peso completo se encuentran Tom Molineaux, quien estaba sometido como esclavo, Jack Slack, Jem Belcher, Ben Caunt y Jem Mace. El primer campeón de peso pesado bajo las Reglas del marqués de Queensberry fue John L. Sullivan. Fue vencido por Jim Corbett el 7 de septiembre de 1892, en 21 asaltos.
Además está considerado como el primer héroe deportivo estadounidense en convertirse en una celebridad nacional y el primer atleta estadounidense en ganar más de un millón de dólares.
[Fuente: Wikipedia]
La vacuna de Edward Jenner contra la viruela fue la primera de todos los tiempos (1796)
Edward Jenner (1749-1823) fue el primero que usó la ciencia para prevenir una enfermedad en lugar de curarla. Este médico inglés se convirtió en pionero al desarrollar en 1796 la primera vacuna de la historia y lo hizo gracias a un controvertido experimento con el hijo de su jardinero.
Entonces la viruela arrasaba Europa y mataba cada año a 400.000 personas. Se cebaba sobre todo con los niños, pero no respetaba a nadie. Uno de cada tres afectados moría —como el rey de Francia Luis XV— y muchos supervivientes quedaban ciegos o con la cara llena de cicatrices —como George Washington, el primer presidente de EEUU—, que dejaban tras secarse multitud de protuberancias con pus.
Sin embargo, la tradición popular decía que las lecheras eran inmunes a la enfermedad, igual que las personas que ya la habían padecido. En esos tiempos en que había pánico a quedar desfigurado por la viruela, el rostro liso y terso de las lecheras las convirtió en un mito erótico. Eran los personajes protagonistas de las piezas teatrales de moda. Ellas tendrían la clave de lo que se convirtió en la salvación de millones de personas.
Desde niño, a Jenner le apasionaba observar la naturaleza. Su primer logro científico fue descubrir cómo el cuco consigue que sus polluelos los críen pájaros de otras especies. También fue uno de los primeros en estudiar la migración de las aves y en viajar en un globo, que construyó él mismo. Además, era poeta, músico y cazador de fósiles de dinosaurios. Con semejante currículum, el capitán Cook no dudó en ofrecerle ser el naturalista en su segunda expedición; pero, afortunadamente para la humanidad, Jenner rechazó el trabajo, se centró en sus estudios y regresó a su pueblo como médico de familia. Entonces se enfrentó al caso de las lecheras.
Observó que quienes ordeñaban vacas contraían la viruela vacuna, una variante mucho más suave: sólo les salían unas pocas pústulas en las manos, que sanaban en cosa de semanas. Después quedaban realmente protegidas contra la viruela humana. Jenner ató cabos y el 14 de mayo de 1796 tuvo la suficiente confianza en su teoría como para inyectarle a un niño pus sacado de la mano de una lechera. Cuando el pequeño James se recuperó de la viruela de las vacas, Jenner volvió a inyectarle, pero esta vez con viruela humana. El chaval no tuvo ningún síntoma de la terrible enfermedad: estaba inmunizado.
A pesar del éxito, Jenner quiso repetir el experimento. Tuvo que esperar dos años hasta que encontró otro caso de viruela vacuna y sólo entonces publicó los resultados de sus pruebas, equivalentes a los ensayos clínicos de hoy. El suyo es un ejemplo de constancia y método científico, pero también de una audacia que hizo que hace 220 años le tomaran por loco y que hoy le habría llevado a prisión por experimentar con un niño. Sin embargo, Jenner no fue un genio temerario que tuvo la idea de la vacunación en un ‘momento Eureka’. En su época ya se practicaba la variolización, o inoculación de costras o pus de la viruela en personas sanas para protegerlas de lo que entonces era una terrible plaga. En ocasiones la variolización funcionaba, pero en otros casos las consecuencias eran letales.
Incluso otros médicos habían tenido antes la idea de la vacuna. Pero Jenner realizó el primer estudio extenso sobre ella, demostró que funcionaba con pruebas científicas y diseñó la primera estrategia de vacunación. Había aprendido a vencer a la viruela, anticipándose a ella, y la noticia se extendió por el mundo junto con las primeras campañas de vacunación de la historia. Las tasas de mortalidad bajaron rápidamente y él se ganó el respeto hasta de los enemigos de Inglaterra: Napoleón llegó a liberar a dos prisioneros de guerra sólo porque Jenner se lo pidió.
En sus artículos sobre la vacuna Jenner ya usó la palabra virus, pero hasta un siglo más tarde no se empezó a comprender lo que eran los virus y por qué al inyectar versiones inofensivas o debilitadas de estas partículas infecciosas, el cuerpo fabrica unas defensas químicas, los anticuerpos, que le protegen del virus maligno.
Jenner abrió el camino de la inmunología, pues los anticuerpos son clave también en el tratamiento de las alergias y del sida, o en las vacunas de la fiebre amarilla, la gripe, la tuberculosis y quizás pronto la de la malaria. La viruela siguió matando (a más de 300 millones de personas en el siglo XX) hasta que todos los países se tomaron en serio las vacunaciones. La OMS declaró erradicada la enfermedad el 8 de mayo de 1980.
Este hito en la ciencia médica fue recreado en forma magistral por el pintor Gaston Melingue más de 100 años después y su obra puede ser admirada en la Academia Nacional de Medicina en Paris.
[Fuente: bbva.com]
Entonces la viruela arrasaba Europa y mataba cada año a 400.000 personas. Se cebaba sobre todo con los niños, pero no respetaba a nadie. Uno de cada tres afectados moría —como el rey de Francia Luis XV— y muchos supervivientes quedaban ciegos o con la cara llena de cicatrices —como George Washington, el primer presidente de EEUU—, que dejaban tras secarse multitud de protuberancias con pus.
Sin embargo, la tradición popular decía que las lecheras eran inmunes a la enfermedad, igual que las personas que ya la habían padecido. En esos tiempos en que había pánico a quedar desfigurado por la viruela, el rostro liso y terso de las lecheras las convirtió en un mito erótico. Eran los personajes protagonistas de las piezas teatrales de moda. Ellas tendrían la clave de lo que se convirtió en la salvación de millones de personas.
Desde niño, a Jenner le apasionaba observar la naturaleza. Su primer logro científico fue descubrir cómo el cuco consigue que sus polluelos los críen pájaros de otras especies. También fue uno de los primeros en estudiar la migración de las aves y en viajar en un globo, que construyó él mismo. Además, era poeta, músico y cazador de fósiles de dinosaurios. Con semejante currículum, el capitán Cook no dudó en ofrecerle ser el naturalista en su segunda expedición; pero, afortunadamente para la humanidad, Jenner rechazó el trabajo, se centró en sus estudios y regresó a su pueblo como médico de familia. Entonces se enfrentó al caso de las lecheras.
Observó que quienes ordeñaban vacas contraían la viruela vacuna, una variante mucho más suave: sólo les salían unas pocas pústulas en las manos, que sanaban en cosa de semanas. Después quedaban realmente protegidas contra la viruela humana. Jenner ató cabos y el 14 de mayo de 1796 tuvo la suficiente confianza en su teoría como para inyectarle a un niño pus sacado de la mano de una lechera. Cuando el pequeño James se recuperó de la viruela de las vacas, Jenner volvió a inyectarle, pero esta vez con viruela humana. El chaval no tuvo ningún síntoma de la terrible enfermedad: estaba inmunizado.
A pesar del éxito, Jenner quiso repetir el experimento. Tuvo que esperar dos años hasta que encontró otro caso de viruela vacuna y sólo entonces publicó los resultados de sus pruebas, equivalentes a los ensayos clínicos de hoy. El suyo es un ejemplo de constancia y método científico, pero también de una audacia que hizo que hace 220 años le tomaran por loco y que hoy le habría llevado a prisión por experimentar con un niño. Sin embargo, Jenner no fue un genio temerario que tuvo la idea de la vacunación en un ‘momento Eureka’. En su época ya se practicaba la variolización, o inoculación de costras o pus de la viruela en personas sanas para protegerlas de lo que entonces era una terrible plaga. En ocasiones la variolización funcionaba, pero en otros casos las consecuencias eran letales.
Incluso otros médicos habían tenido antes la idea de la vacuna. Pero Jenner realizó el primer estudio extenso sobre ella, demostró que funcionaba con pruebas científicas y diseñó la primera estrategia de vacunación. Había aprendido a vencer a la viruela, anticipándose a ella, y la noticia se extendió por el mundo junto con las primeras campañas de vacunación de la historia. Las tasas de mortalidad bajaron rápidamente y él se ganó el respeto hasta de los enemigos de Inglaterra: Napoleón llegó a liberar a dos prisioneros de guerra sólo porque Jenner se lo pidió.
En sus artículos sobre la vacuna Jenner ya usó la palabra virus, pero hasta un siglo más tarde no se empezó a comprender lo que eran los virus y por qué al inyectar versiones inofensivas o debilitadas de estas partículas infecciosas, el cuerpo fabrica unas defensas químicas, los anticuerpos, que le protegen del virus maligno.
Jenner abrió el camino de la inmunología, pues los anticuerpos son clave también en el tratamiento de las alergias y del sida, o en las vacunas de la fiebre amarilla, la gripe, la tuberculosis y quizás pronto la de la malaria. La viruela siguió matando (a más de 300 millones de personas en el siglo XX) hasta que todos los países se tomaron en serio las vacunaciones. La OMS declaró erradicada la enfermedad el 8 de mayo de 1980.
Este hito en la ciencia médica fue recreado en forma magistral por el pintor Gaston Melingue más de 100 años después y su obra puede ser admirada en la Academia Nacional de Medicina en Paris.
[Fuente: bbva.com]
Primer satélite artificial de la historia: Sputnik 1 (1957)
La Guerra Fría fue un enfrentamiento que surgió en la segunda mitad del siglo pasado tras la Segunda Guerra Mundial entre dos grandes bloques: el capitalista (mayoritariamente occidental) y el comunista (en mayor parte oriental). Estaban liderados por Estados Unidos y la Unión Soviética que, además de la lucha política, económica, ideológica y militar que se llevaba a cabo en enclaves estratégicos, también protagonizaron la famosa Carrera espacial.
El 4 de octubre de 1957, cuando parecía que EEUU estaba en cabeza con respecto al desarrollo de tecnología espacial, la URSS se adelantó y lanzó Sputnik-1, el primer satélite artificial de la historia. Fue enviado al espacio desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), era de aluminio, pesaba unos 84 kilogramos y tenía forma esférica, con 58 centímetros de diámetro y cuatro antenas de entre 2,4 y 2,9 metros de largo.
Su interior, presurizado con nitrógeno, constaba con instrumentos con los que los investigadores esperaban medir la temperatura de la capa externa de la atmósfera y dos transmisores de radio. Con esto último, consiguieron emitir una señal en longitud de onda de 15 y 7,5 metros que duró unas tres semanas (hasta que las baterías se agotaron) y que varios aficionados afirmaron detectar.
Hoy en día se recuerda a Sputnik-1 con especial interés, ya que la conmoción que supuso en EEUU, donde se creía que llevaban la delantera, incitó a una mayor inversión en ciencia e investigación. Meses más tarde, el 31 de enero, EEUU lanzó Explorer 1, su primer satélite artificial en respuesta al de la URSS, que dio señal durante casi cuatro meses.
Sin embargo, la Carrera espacial no terminaba ahí, sino que más bien comenzaba con estos primeros movimientos de ambas superpotencias mundiales. La URSS lanzó Sputnik-2, tripulado por la famosa perra Laika, que fue el primer animal en ir al espacio, y también consiguió poner al soviético Yuri Gagarin en órbita (fue el primer humano en hacerlo). EEUU, por su parte, logró que la primera persona en pisar la Luna fuese estadounidense.
[Fuente: 20minutos.es]
El 4 de octubre de 1957, cuando parecía que EEUU estaba en cabeza con respecto al desarrollo de tecnología espacial, la URSS se adelantó y lanzó Sputnik-1, el primer satélite artificial de la historia. Fue enviado al espacio desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), era de aluminio, pesaba unos 84 kilogramos y tenía forma esférica, con 58 centímetros de diámetro y cuatro antenas de entre 2,4 y 2,9 metros de largo.
Su interior, presurizado con nitrógeno, constaba con instrumentos con los que los investigadores esperaban medir la temperatura de la capa externa de la atmósfera y dos transmisores de radio. Con esto último, consiguieron emitir una señal en longitud de onda de 15 y 7,5 metros que duró unas tres semanas (hasta que las baterías se agotaron) y que varios aficionados afirmaron detectar.
Hoy en día se recuerda a Sputnik-1 con especial interés, ya que la conmoción que supuso en EEUU, donde se creía que llevaban la delantera, incitó a una mayor inversión en ciencia e investigación. Meses más tarde, el 31 de enero, EEUU lanzó Explorer 1, su primer satélite artificial en respuesta al de la URSS, que dio señal durante casi cuatro meses.
Sin embargo, la Carrera espacial no terminaba ahí, sino que más bien comenzaba con estos primeros movimientos de ambas superpotencias mundiales. La URSS lanzó Sputnik-2, tripulado por la famosa perra Laika, que fue el primer animal en ir al espacio, y también consiguió poner al soviético Yuri Gagarin en órbita (fue el primer humano en hacerlo). EEUU, por su parte, logró que la primera persona en pisar la Luna fuese estadounidense.
[Fuente: 20minutos.es]
Primera canasta de la NBA, Ossie Schectman (1946)
Oscar Benjamin Schectman nació el 30 de marzo de 1919 en Brooklyn, Nueva York. Hijo de inmigrantes judíos rusos, empezó a jugar al baloncesto en el instituto y, posteriormente, en el equipo de la Universidad de Long Island, donde se proclamó campeón nacional.
En 1941, tras acabar la carrera, se enroló en los Philadelphia Sphas, de la American Basketball League, donde estuvo hasta 1946, cuando fichó por los New York Knicks, de la recién nacida Basketball Association of America (BAA), la competición que posteriormente se convertiría en la NBA.
El 1 de noviembre de 1946 se disputó el primer partido de la BAA, que enfrentó a los Toronto Huskies y a los Knicks en los Maple Leaf Garden's de la ciudad canadiense. En efecto, Schectman anotó la primera canasta de aquel partido, por lo que se considera que es el primer anotador de la historia de la NBA. Aquel partido, por cierto, acabó con victoria para los neoyorquinos por 68-66.
Al año siguiente, Schectman se fue a los Paterson Crescents de la ABL, y en 1948 se retiró del baloncesto. Acabó sus años viviendo en Florida, donde murió el 30 de julio de 2013, a los 94 años de edad. Hasta casi su muerte siguió viendo sin falta los partidos de la NBA.
[Fuente: 20minutos.es]
En 1941, tras acabar la carrera, se enroló en los Philadelphia Sphas, de la American Basketball League, donde estuvo hasta 1946, cuando fichó por los New York Knicks, de la recién nacida Basketball Association of America (BAA), la competición que posteriormente se convertiría en la NBA.
El 1 de noviembre de 1946 se disputó el primer partido de la BAA, que enfrentó a los Toronto Huskies y a los Knicks en los Maple Leaf Garden's de la ciudad canadiense. En efecto, Schectman anotó la primera canasta de aquel partido, por lo que se considera que es el primer anotador de la historia de la NBA. Aquel partido, por cierto, acabó con victoria para los neoyorquinos por 68-66.
Al año siguiente, Schectman se fue a los Paterson Crescents de la ABL, y en 1948 se retiró del baloncesto. Acabó sus años viviendo en Florida, donde murió el 30 de julio de 2013, a los 94 años de edad. Hasta casi su muerte siguió viendo sin falta los partidos de la NBA.
[Fuente: 20minutos.es]
Primera cinta de cassette, por Lou Ottens (1963)
En 1963, Lou Ottens (Beelingwolde, Países Bajos, 1923-Duizel, Países Bajos, 2021), creó una pequeña caja de plástico, 10 centímetros por 6, que cambiaría el mundo de la música para siempre. Como jefe de ingeniería de la empresa holandesa Hasselt, propiedad de Philips, fue el encargado de desarrollar un prototipo para almacenar y tocar música, que diez años después se hizo popular en todo el mundo bajo el nombre de "cassette".
Ottens estaba obsesionado con la posibilidad de crear una tecnología compacta para tocar música. En ese momento, se tocaban canciones en discos de vinilo, demasiado grandes y frágiles para adaptarse al movimiento de la población. Los sonidos siempre fueron un placer estático, pero este prototipo prometió darle a la música otro tipo de movimiento.
Cassette significa "caja pequeña" en francés, en referencia al contenedor que contiene dos pequeños carretes conectados por una cinta magnética. La música se graba en esa cinta y se puede reproducir en ambos lados, lo que requiere que los oyentes retiren el casete del reproductor para ofrecer al dispositivo los famosos Lados A y Lado B.
En 1964, los casetes ya estaban siendo vendidos en Europa, y cuatro años después, aterrizaron en los Estados Unidos. Era un objeto nuevo y aún rudimentario, pero tenía un número creciente de entusiastas dispuestos a convertirlo en un aliado indispensable para la música.
En 1971, la reducción del ruido mejoró con el uso de cinta de dióxido de cromo. Los suena viajaban mejor y mejor a bordo de esa pequeña caja de plástico, pero la verdadera popularidad vino de la mano con la tecnología japonesa, que convirtió a los oyentes en protagonistas. La empresa japonesa Maxell lanzó cintas en blanco en el mercado, casetes que desataron la creatividad. Los usuarios ahora podrían grabar su propia música: copiar álbumes enteros, crear sus propias compilaciones e incluso grabar sus propias voces usando grabadores caseros. El casete ofrece un mundo de posibilidades donde el oyente estaba en control.
Durante los años 1970 y 1980, los casetes dominaron el mundo de la música. A diferencia de los discos de vinilo, eran resistentes y compactos. Podrían viajar en mochilas y bolsillos, ser compartidos y resistir los desafíos de cada viaje. También podrían adaptarse a las preferencias del usuario, quien creó, en forma de casete mezclado, a los precursores de las listas de reproducción de hoy.
Con su probada popularidad, varias compañías trabajaron para mejorar la invención de Ottens. La empresa estadounidense Dolby trabajó en la reducción del ruido, y en 1978, se crearon cintas de partículas de metal puro, un avance que preservó la calidad del sonido sin deterioro durante décadas. Sólo un año después, otro avance tecnológico asociado con la casete revolucionó la forma en que la gente escuchaba música. El 1 de julio de 1979, nació el Walkman—un jugador portátil a batería que introdujo un hábito todavía presente hoy: escuchar música mientras caminaba, en el transporte público o en una sala de espera, todo individualmente, gracias al uso de auriculares.
En la década de 1980, las cintas dominaban los estéreos de coches, Walkmans y grabadores caseros. En sus versiones en blanco, fueron usadas para crear compilaciones o "mix cintas", e inundaron las ventanas de las tiendas de discos con los últimos lanzamientos de los artistas más renombrados. Pero fue el mismo Lou Ottens quien participó en la creación del sucesor del casete: el disco compacto o CD, una nueva tecnología que gradualmente ganó a los consumidores y finalmente se convirtió en el nuevo rey de la reproducción del sonido.
En 1981, Sony y Philips lanzaron CDs en el mercado. Estos discos, hechos de policarbonato y recubiertos de aluminio, hicieron que la pequeña caja de casetes de la década de 1970 pareciera grande. Pesando sólo 30 gramos, podrían almacenar hasta 650 megabytes, primero dominando el mundo de la música y luego dejando su marca en el reino de la informática.
Los CDs gradualmente ganaron popularidad entre los usuarios. A lo largo de la década de 1990, discos compactos y casetes coexistieron en tiendas de discos, y muchos aún preferían el Walkman incluso cuando tecnologías más modernas como el Discman estaban disponibles. Sin embargo, la fidelidad sonora y practicidad de la CD finalmente ganaron completamente. En 2007, 200 mil millones de discos se habían vendido en todo el mundo.
Incluso después de ser destronado como el rey de la reproducción musical, la marca que dejaron los casetes en el mundo de la música fue tan significativa que estas pequeñas cajitas todavía son recordadas con cariño por los nostálgicos. Tal vez porque fueron los primeros en permitir verdaderamente a los oyentes tomar posesión de la música y ponerla en movimiento eterno.
[Fuente: Redes sociales]
Ottens estaba obsesionado con la posibilidad de crear una tecnología compacta para tocar música. En ese momento, se tocaban canciones en discos de vinilo, demasiado grandes y frágiles para adaptarse al movimiento de la población. Los sonidos siempre fueron un placer estático, pero este prototipo prometió darle a la música otro tipo de movimiento.
Cassette significa "caja pequeña" en francés, en referencia al contenedor que contiene dos pequeños carretes conectados por una cinta magnética. La música se graba en esa cinta y se puede reproducir en ambos lados, lo que requiere que los oyentes retiren el casete del reproductor para ofrecer al dispositivo los famosos Lados A y Lado B.
En 1964, los casetes ya estaban siendo vendidos en Europa, y cuatro años después, aterrizaron en los Estados Unidos. Era un objeto nuevo y aún rudimentario, pero tenía un número creciente de entusiastas dispuestos a convertirlo en un aliado indispensable para la música.
En 1971, la reducción del ruido mejoró con el uso de cinta de dióxido de cromo. Los suena viajaban mejor y mejor a bordo de esa pequeña caja de plástico, pero la verdadera popularidad vino de la mano con la tecnología japonesa, que convirtió a los oyentes en protagonistas. La empresa japonesa Maxell lanzó cintas en blanco en el mercado, casetes que desataron la creatividad. Los usuarios ahora podrían grabar su propia música: copiar álbumes enteros, crear sus propias compilaciones e incluso grabar sus propias voces usando grabadores caseros. El casete ofrece un mundo de posibilidades donde el oyente estaba en control.
Durante los años 1970 y 1980, los casetes dominaron el mundo de la música. A diferencia de los discos de vinilo, eran resistentes y compactos. Podrían viajar en mochilas y bolsillos, ser compartidos y resistir los desafíos de cada viaje. También podrían adaptarse a las preferencias del usuario, quien creó, en forma de casete mezclado, a los precursores de las listas de reproducción de hoy.
Con su probada popularidad, varias compañías trabajaron para mejorar la invención de Ottens. La empresa estadounidense Dolby trabajó en la reducción del ruido, y en 1978, se crearon cintas de partículas de metal puro, un avance que preservó la calidad del sonido sin deterioro durante décadas. Sólo un año después, otro avance tecnológico asociado con la casete revolucionó la forma en que la gente escuchaba música. El 1 de julio de 1979, nació el Walkman—un jugador portátil a batería que introdujo un hábito todavía presente hoy: escuchar música mientras caminaba, en el transporte público o en una sala de espera, todo individualmente, gracias al uso de auriculares.
En la década de 1980, las cintas dominaban los estéreos de coches, Walkmans y grabadores caseros. En sus versiones en blanco, fueron usadas para crear compilaciones o "mix cintas", e inundaron las ventanas de las tiendas de discos con los últimos lanzamientos de los artistas más renombrados. Pero fue el mismo Lou Ottens quien participó en la creación del sucesor del casete: el disco compacto o CD, una nueva tecnología que gradualmente ganó a los consumidores y finalmente se convirtió en el nuevo rey de la reproducción del sonido.
En 1981, Sony y Philips lanzaron CDs en el mercado. Estos discos, hechos de policarbonato y recubiertos de aluminio, hicieron que la pequeña caja de casetes de la década de 1970 pareciera grande. Pesando sólo 30 gramos, podrían almacenar hasta 650 megabytes, primero dominando el mundo de la música y luego dejando su marca en el reino de la informática.
Los CDs gradualmente ganaron popularidad entre los usuarios. A lo largo de la década de 1990, discos compactos y casetes coexistieron en tiendas de discos, y muchos aún preferían el Walkman incluso cuando tecnologías más modernas como el Discman estaban disponibles. Sin embargo, la fidelidad sonora y practicidad de la CD finalmente ganaron completamente. En 2007, 200 mil millones de discos se habían vendido en todo el mundo.
Incluso después de ser destronado como el rey de la reproducción musical, la marca que dejaron los casetes en el mundo de la música fue tan significativa que estas pequeñas cajitas todavía son recordadas con cariño por los nostálgicos. Tal vez porque fueron los primeros en permitir verdaderamente a los oyentes tomar posesión de la música y ponerla en movimiento eterno.
[Fuente: Redes sociales]
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