Basilio López Mayo, primer millonario de la historia de las quinielas (1964)

Basilio López Mayo regentaba un modesto quiosco en A Coruña cuando la suerte lo bendijo con un premio cercano a los 12 millones de pesetas el día 2 de febrero de 1964 al acertar los 14 resultados que entonces -no existía todavía el pleno al 15- componían la quiniela de fútbol de los domingos. Esa cantidad podrían ser hoy en torno a los cinco o seis millones de euros.

Su vida daría un giro radical, pero no dilapidó el dinero, sino que supo vivir acorde con sus tiempos, aunque vivió de las rentas de aquellos millones a lo largo del resto de su existencia. Contaba ya 60 años cuando le tocó este gran premio y a lo largo de su vida había vivido ya muchas peripecias, entre ellas la emigración a tierras americanas sin que le sonriese todo lo que hubiese deseado la suerte, esa misma de la que antaño hacían gala de forma ostentosa otros en su misma situación.

Basilio le regaló su quiosco a un zapatero amigo suyo. Después aprovechó para comprar una vivienda de cuatro millones de pesetas de la época y su gran ilusión y aspiración fue que su hija, entonces estudiante de bachillerato, cursase los estudios de Farmacia en la Universidad de Santiago de Compostela.

Su ritmo de vida austero, consciente del esfuerzo que costaba ganar un céntimo, le serviría para afrontar una vejez en las mejores condiciones posibles y sin problemas económicos, a lo que se añadían sus no menos modestas aspiraciones. Que una hija cursase estudios universitarios. En los tiempos que corren un producto más de la sociedad de consumo. Cuánto hemos cambiado.

[Fuente: FB Página de sucesos]

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